En el transcurso del año 2023, los consumidores experimentaron un continuo golpe en sus bolsillos debido al persistente aumento en el precio de los alimentos, una tendencia que ha persistido durante los últimos tres años. Según los últimos datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su informe publicado el pasado viernes, los alimentos y bebidas no alcohólicas registraron un incremento del 7,3 % en diciembre en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este aumento no es un fenómeno aislado, ya que la media anual refleja un encarecimiento del 11,77 % en los alimentos a lo largo del año pasado, según los mismos datos del INE. Uno de los productos que lideró esta escalada fue el aceite de oliva, cuyo precio se elevó de manera significativa en un 61,6 % en términos interanuales.

En el desglose de los grupos alimentarios, el aceite de oliva destacó nuevamente en diciembre con un aumento del 55,6 %, seguido por las legumbres y hortalizas con un 10,5 % y la fruta con un 9,7 %. En contraste, la leche, los huevos y los quesos experimentaron el menor incremento con un modesto 0,9 %.

Este constante encarecimiento ha acumulado una subida del 28,1 % desde septiembre de 2021, según resaltó Comisiones Obreras, indicando la creciente presión sobre el poder adquisitivo de la población.

El grupo de aceites y grasas lideró las alzas en diciembre, con un incremento del 36,3 %, seguido por las legumbres y hortalizas frescas (13,2 %), las frutas frescas (11,8 %) y la carne de porcino (12,3 %). A pesar de estas cifras, desde CaixaBank Research señalan una "suavización" en las presiones inflacionistas alimentarias, destacando que solo el 1,6 % de los productos alimentarios experimentaron una tasa de inflación superior al 20 % en diciembre.

Zoel Martín Vilató, analista del servicio de estudios de CaixaBank Research, señaló que la inflación de alimentos ha experimentado una disminución de 8 puntos porcentuales desde enero de 2023, atribuyéndolo a los efectos base. Este fenómeno se evidencia al comparar el aumento del 1,7 % intermensual en diciembre de 2022 con la caída del 0,1 % intermensual en diciembre de 2023. Vilató anticipa que estos efectos base continuarán ejerciendo presión a la baja en la inflación alimentaria durante 2024.