Los panaderos de la región se concentraron ayer frente a la sede del Parlamento regional, para «visibilizar el abandono» que siente por parte del Gobierno de Cantabria un sector «que se desangra, con centenares de pequeños negocios, autónomos y trabajadores por cuenta ajena, que están sufriendo una situación angustiosa con un futuro incierto». Tras meses de reuniones con el Gobierno, los panaderos no han conseguido «ni una sola medida en defensa del sector».

Los panaderos de Cantabria viven una situación límite debido al aumento constante de los precios de la electricidad, los carburantes y las materias primas, que están llevando al cierre a numerosas panaderías, y suspendiendo el reparto de pan en numerosos barrios de la región, dejando así a las más desfavorecidas y humildes zonas de Cantabria sin suministro diario de pan, que en numerosas familias ha sido durante años un alimento‘de primera necesidad, y base de su alimentación.

El presidente del Gobierno de Cantabria, D. Miguel Ángel Revilla y su Consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio, D. Francisco Javier López Marcano se han negado a mantener reuniones de trabajo con la Asociación de Panaderos en busca de medidas que puedan mitigar la difícil situación del sector. Ni siquiera la petición expresa del Presidente Nacional de CEOPPAN, Confederación Española de Organizaciones de Pastelería y Panadería, D. Eduardo Villar, ha servido para que se produjeran las reuniones solicitadas. Manteniendo exclusivamente una reunión puramente formal con la Dirección Regional de Comercio y Consumo.

De esta manera ACIPAN anuncia que se llevarán a cabo medidas de lucha y reivindicación para que se atiendan las peticiones incluidas en el Plan Estratégico de Choque del Sector de Panadería de Cantabria, en el que se desarrollan las medidas concretas que puedan mitigar en parte este difícil momento que estamos viviendo.