En el marco de una iniciativa de la Comisión Europea para impulsar el transporte ferroviario de pasajeros de larga distancia, se están llevando a cabo diversos proyectos experimentales destinados a recuperar los trenes nocturnos en Europa. En España, opciones políticas como Sumar y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) respaldan esta iniciativa, a pesar de la actual negativa del Gobierno y Renfe debido a la falta de rentabilidad.

El último servicio nocturno, que conectaba Galicia con Barcelona, cesó sus operaciones en 2020 debido a la pandemia. La baja demanda y la operación deficitaria de estos servicios durante la noche en un país relativamente pequeño como España, con un avanzado sistema de alta velocidad, aeropuertos y redes viales, han llevado al Gobierno y Renfe a descartar su recuperación por el momento.

A principios de 2023, la Comisión Europea anunció su respaldo a diez proyectos piloto como parte de su plan de acción para fortalecer el tren de pasajeros de larga distancia y transfronterizo. Antes de la pandemia, España contaba con alrededor de 14 líneas nocturnas, pero la llegada de la alta velocidad ferroviaria redujo y eliminó ciertos trayectos, incluyendo el conocido 'tren-hotel' que conectaba Madrid con Galicia y otras rutas hacia Portugal.

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sostiene que los trenes nocturnos no son una obligación de servicio público, sino un servicio comercial que debe operar con criterios de rentabilidad. Renfe también señala pérdidas significativas, llegando a los 40 millones de euros en el último año de operación de los trenes nocturnos.

Expertos del sector consideran que la viabilidad de este servicio solo sería posible con subsidios estatales debido a sus altos costos. Sin embargo, el carácter comercial del servicio y la competencia con aviones y trenes de alta velocidad limitan su atractivo.

El grupo político Verdes Equo, liderado por Sumar, defiende la recuperación de los trenes nocturnos como un derecho ciudadano, abogando por incentivos públicos para hacerlo sostenible, no necesariamente rentable. Sugieren también alternativas de transporte en tren para reducir vuelos de corto alcance y cuestionan expansiones en aeropuertos y puertos que contradicen objetivos ambientales.