El mercado inmobiliario en España ha sido testigo de una tendencia preocupante durante los últimos dos años, con subidas de precios que desafían la estabilidad y dificultan tanto la compra como el alquiler de viviendas. Este fenómeno se ha visto exacerbado por el aumento de los tipos de interés y la evolución del euríbor, que pasó de negativo a positivo entre abril de 2022 y octubre de 2023, alcanzando una tasa actual del 3,7%. Aunque esta última cifra ha proporcionado un cierto alivio a los titulares de hipotecas variables, la situación general sigue siendo desafiante para muchos.

En ciudades clave como Madrid, Málaga, Valencia o Huesca, los precios han experimentado un aumento interanual de alrededor del 20%, con el precio por metro cuadrado rozando los 6.000 euros en la capital y casi 7.000 euros en San Sebastián. La demanda de alquiler de viviendas se mantiene alta, como lo demuestran los datos de un portal inmobiliario, que indican que hay 27 familias interesadas en cada anuncio publicado en la plataforma. Esta cifra representa un 55% más que en el mismo período del año anterior, subrayando la intensificación de la competencia por la vivienda, según publica El Debate.

El desequilibrio entre la alta demanda y la escasa oferta varía según la ciudad. En Madrid y Barcelona, por ejemplo, el número de familias interesadas en cada vivienda en alquiler es significativamente mayor que en otras ciudades. Este panorama está generando situaciones de abuso por parte de algunos propietarios, como el cobro de tasas por visitas o la exigencia de avales bancarios exorbitantes.