27.04.2024 |
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IMPUESTO DE BANCA

La banca pedirá la adaptación del impuesto a Sánchez tras haber cedido las energéticas

Consideran la oportunidad de cambiar su diseño y estructura, abogando por una tasa que recaiga sobre los beneficios en lugar de los ingresos
Ana Botín. / Alerta
Ana Botín. / Alerta
La banca pedirá la adaptación del impuesto a Sánchez tras haber cedido las energéticas

La revisión del impuesto extraordinario a las compañías energéticas ha generado expectativas en el sector bancario, abriendo la posibilidad de una adaptación en la tasa especial a la banca. Los argumentos presentados por Teresa Ribera, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para modificar el gravamen a gasistas y eléctricas, respaldados por el presidente Pedro Sánchez, pueden impulsar una reconsideración en el impuesto a las entidades financieras.

En el ámbito bancario, se percibe que este cambio en el panorama puede aumentar la presión sobre el Gobierno para reducir el coste del impuesto, y se espera que así lo exijan al presidente Sánchez. Algunos incluso contemplan la posibilidad de su eliminación a partir de 2025, siguiendo el modelo de las compañías energéticas.

Teresa Ribera anunció esta semana que las empresas de luz y gas ya no estaban obteniendo beneficios extraordinarios debido a la baja en los precios, lo que invalida el impuesto. La banca se aferra a estas declaraciones para abogar por una reducción del coste del impuesto, especialmente ante la previsión de que el BCE disminuirá las tasas de interés en 2024, y el euríbor ha comenzado a descender, impactando en la disminución de los ingresos bancarios a partir del próximo año.

Las fuentes consultadas consideran que la eliminación del impuesto será difícil, pero ahora vislumbran la posibilidad de una modulación significativa mediante una modificación sustancial del mismo. Aunque las entidades bancarias argumentan su ilegalidad y lo han recurrido ante la Justicia a principios de 2023, su postura podría cambiar si se replantea de manera diferente.

En el sector bancario, algunos consideran aceptable que el impuesto no grave los ingresos como hasta ahora, sino que recaiga sobre los beneficios, evitando así la doble imposición por su actividad. Esto podría resultar en una tasa significativamente más baja, ya que se aplicaría a una variable inferior, excluyendo partidas que restan, como costos operativos y provisiones para impagos, que se espera que aumenten el próximo año.

La revisión en las compañías energéticas también podría impulsar la lucha de los bancos por cambiar el diseño del impuesto y reducir la tasa aplicada, que actualmente es del 4,8% de los ingresos según la estructura vigente en 2024. A raíz de un posible aumento de los tipos por parte del BCE, se estima que las entidades afectadas abonarán 400 millones más por el impuesto especial en 2023.

El Gobierno, sorprendentemente, anunció la revisión del impuesto a las energéticas a pesar del pacto con Sumar para mantenerlo a partir de 2025, al igual que el impuesto a la banca. Se especula que este cambio se debe a la influencia del PNV, aliado de Pedro Sánchez, y las advertencias de Repsol sobre inversiones en el extranjero debido al impuesto. El impuesto extraordinario se implementó a finales de 2022 para recaudar 3.000 millones de euros anuales en 2023 y 2024, argumentando que ambos sectores estaban obteniendo beneficios récord.

Ambos sectores niegan estas ganancias y consideran el impuesto inconstitucional y discriminatorio. La banca defiende que el entorno actual es de normalización de los precios del dinero y critica ser penalizada por el Gobierno con un gravamen selectivo.

La banca pedirá la adaptación del impuesto a Sánchez tras haber cedido las energéticas
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