Más de medio millar de agricultores de Castilla y León y La Rioja se han congregado en el Puerto de Santander para expresar su preocupación y frustración por la situación actual del sector agrícola, marcada por el aumento de los costos de producción y la competencia desleal derivada de la importación masiva de cereales extranjeros, particularmente de Ucrania.

Esta movilización, organizada por diversas asociaciones agrícolas como Asaja Palencia, UPA y COAG, tuvo lugar en un contexto de creciente malestar entre los productores rurales, que se sienten desprotegidos y abandonados por las políticas gubernamentales. Desde tempranas horas de la mañana, agricultores provenientes de distintas localidades como Valladolid, Burgos, Soria y Logroño llegaron al Puerto de Santander para bloquear la entrada y hacer oír sus demandas. Con pancartas y consignas, expresaron su descontento ante la falta de medidas efectivas para salvaguardar su sustento y el futuro de la agricultura en la región. La presencia de más de quinientas personas en la protesta evidenció la magnitud del malestar y la determinación de los agricultores de luchar por sus derechos y su supervivencia económica.

El principal motivo de la protesta fue la subida de los costos de producción, que está llevando a muchos agricultores al borde de la quiebra. El incremento en los precios de los insumos agrícolas, como los fertilizantes, los combustibles y la mano de obra, ha impactado negativamente en la rentabilidad de las explotaciones, haciendo inviable la actividad para muchos pequeños y medianos productores. Esta situación se ve agravada por la caída de los precios de los cereales, uno de los principales cultivos de la zona, que ha llevado a que muchos agricultores tengan que vender su producción por debajo de los costos de producción, generando pérdidas económicas insostenibles.

Importación masiva desde el este de Europa. Los agricultores culpan de esta crisis a la importación masiva de cereales extranjeros, especialmente de Ucrania, cuyos productos llegan al mercado español a precios considerablemente más bajos que los cereales nacionales. Esta competencia desleal ha provocado una drástica caída en los precios del cereal local, lo que ha llevado a muchos agricultores a la ruina. Además, la falta de aranceles para el cereal ucraniano ha agravado aún más la situación, haciendo que los productores locales se enfrenten a una situación de desventaja insostenible. Durante la protesta, los agricultores exigieron al Gobierno central que tome medidas urgentes para proteger al sector agrícola y garantizar su viabilidad a largo plazo.

Entre las principales demandas de los manifestantes se encuentra la aplicación de aranceles al cereal importado, especialmente procedente de países como Ucrania, para nivelar el campo de juego y evitar la competencia desleal. Asimismo, solicitaron ayudas directas para los agricultores afectados por la crisis, así como la implementación de políticas que fomenten el consumo de productos locales y promuevan la sostenibilidad y la calidad en la producción agrícola. José Luis Marcos, presidente de Asaja Palencia, señaló que la situación actual del sector agrícola es insostenible y que los agricultores no pueden seguir soportando pérdidas económicas año tras año. «Estamos al borde del abismo», declaró Marcos, destacando la urgencia de que el Gobierno tome medidas concretas para proteger al sector y evitar su colapso.

En este sentido, hizo un llamado a la unidad y la solidaridad entre los agricultores para hacer frente a los desafíos que enfrenta el sector. Blas Donis, secretario provincial de UPA Palencia, coincidió en la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar la importación masiva de cereales extranjeros y proteger la producción nacional. «No podemos permitir que nuestros agricultores se vean arruinados por la competencia desleal de productos importados», afirmó Donis, instando al Gobierno a actuar con determinación para salvaguardar el futuro del sector agrícola en España.

David Tejerina, presidente de COAG Palencia, destacó la importancia de frenar la exportación masiva de cereales extranjeros y proteger la producción nacional. «Castilla y León es el granero de España, y no podemos permitir que la importación descontrolada de cereales extranjeros ponga en peligro nuestra agricultura», declaró Tejerina, haciendo un llamado a la unidad y la solidaridad entre los agricultores para hacer frente a los desafíos que enfrenta el sector. La protesta en el Puerto de Santander fue solo el último capítulo en la larga lucha de los agricultores por una política agrícola justa y equitativa. Desde hace años, los productores rurales vienen denunciando la falta de apoyo por parte de las autoridades y exigiendo medidas concretas para garantizar la viabilidad del sector agrícola. Sin embargo, hasta el momento, sus demandas han caído en oídos sordos, y la situación del sector agrícola sigue empeorando día a día.