CINE
La Filmoteca 'revive' el cine centenario, que "ni era mudo ni en blanco y negro"
17:43 14/10/23
La Filmoteca de Cantabria Mario Camus trabaja en el marco de un proyecto nacional para "revivir" películas centenarias como "Curro Vargas" (1923), del cántabro José Busch, que en muchas ocasiones "sorprenden al espectador".
"Tenemos esa idea equivocada de que el cine era mudo y en blanco y negro, cuando ni era mudo ni era en blanco y negro", asegura a EFE el director de la sala cántabra, Christian Franco.
Según explica, estos filmes tenían "virados de color maravillosos", que daban "un encanto brutal a las escenas y mucha fuerza", y todos estaban interpretados con música en directo, como hoy se emula en el marco del proyecto "Las filmotecas restauran".
"De esa forma realmente capturamos la esencia de lo que era aquel cine", valora el director de la Filmoteca cántabra, que volverá a proyectar "Curro Vargas" este domingo en la sede de Bonifaz (Santander), con el acompañamiento musical creado por Paco Arráez.
Esta película, recuerda Franco, se estrenó en 1923 con un acompañamiento de varietés. "El cine aún estaba en proceso de emancipación de las varietés", agrega.
Consciente de que el cine español antiguo y el cine mudo "cuesta un poquito más" que atraiga al espectador, cree que el acompañamiento musical o los coloquios son un buen acicate para atraer al público a este tipo de oferta.
Según el director de la sala cántabra, "Curro Vargas" es una joya del cine mudo español que ha sido sometida a un profundo proceso de restauración por parte de la Filmoteca Española.
Busch fue un cineasta "muy importante" en los años del cine mundo, sobre todo en los años veinte, que hacía grandes producciones, sobre todo de cine popular, que conectaba "mucho con el gusto de la época". "Con él se va a formar Florián Rey, el gran revienta taquillas de la República", añade.
"Desde José Busch podemos trazar una línea que nos va a llevar a Florián Rey y después a Juan de Orduña y va a ser la línea de mayor éxito del cine popular de entre los años veinte y setenta", relata.
Este cineasta cántabro se especializa en estos años en adaptar zarzuelas a la gran pantalla como La verbena de la Paloma, en 1921, como catorce años después también haría "de forma extraordinaria" Benito Perojo. "El público las devoraba", apostilla Franco ![Publicidad 171034]()
"Tenemos esa idea equivocada de que el cine era mudo y en blanco y negro, cuando ni era mudo ni era en blanco y negro", asegura a EFE el director de la sala cántabra, Christian Franco.
Según explica, estos filmes tenían "virados de color maravillosos", que daban "un encanto brutal a las escenas y mucha fuerza", y todos estaban interpretados con música en directo, como hoy se emula en el marco del proyecto "Las filmotecas restauran".
"De esa forma realmente capturamos la esencia de lo que era aquel cine", valora el director de la Filmoteca cántabra, que volverá a proyectar "Curro Vargas" este domingo en la sede de Bonifaz (Santander), con el acompañamiento musical creado por Paco Arráez.
Esta película, recuerda Franco, se estrenó en 1923 con un acompañamiento de varietés. "El cine aún estaba en proceso de emancipación de las varietés", agrega.
Consciente de que el cine español antiguo y el cine mudo "cuesta un poquito más" que atraiga al espectador, cree que el acompañamiento musical o los coloquios son un buen acicate para atraer al público a este tipo de oferta.
Según el director de la sala cántabra, "Curro Vargas" es una joya del cine mudo español que ha sido sometida a un profundo proceso de restauración por parte de la Filmoteca Española.
Busch fue un cineasta "muy importante" en los años del cine mundo, sobre todo en los años veinte, que hacía grandes producciones, sobre todo de cine popular, que conectaba "mucho con el gusto de la época". "Con él se va a formar Florián Rey, el gran revienta taquillas de la República", añade.
"Desde José Busch podemos trazar una línea que nos va a llevar a Florián Rey y después a Juan de Orduña y va a ser la línea de mayor éxito del cine popular de entre los años veinte y setenta", relata.
Este cineasta cántabro se especializa en estos años en adaptar zarzuelas a la gran pantalla como La verbena de la Paloma, en 1921, como catorce años después también haría "de forma extraordinaria" Benito Perojo. "El público las devoraba", apostilla Franco
