El jurado popular ha declarado este martes culpable de asesinato a Jorge C., de 24 años, que estaba acusado de matar a Mario F., de 18 años, fallecido el 16 de mayo de 2021 tras ser apuñalado en un botellón en el barrio leonés de La Palomera.

Tras el veredicto, que ha contado con el apoyo de la mayoría del jurado (7 a 2), la fiscalía se ha reafirmado en su petición de pena de 22 años de cárcel para el acusado.

Por su parte, la acusación particular, que curiosamente pedía una pena menor, 20 años, se ha adherido a la reclamación de la fiscalía.

La defensa, que el pasado viernes, en la última sesión del juicio, pidió la libre absolución del acusado, ha reclamado hoy que le imponga la pena menor prevista por el delito de asesinato.

Tras la lectura del veredicto, el presidente del tribunal ha dado la oportunidad al acusado de dirigirse a la sala, lo que ha hecho para pedir una vez más perdón a la familia de la víctima por lo sucedido.

El jurado ha considerado probado que el acusado asestó el navajazo a Mario F., natural de la localidad cántabra de Colindres, con ánimo de matar y que además lo hizo cuando huía del lugar de la pelea, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse.

En la primera sesión de la vista, el lunes de la pasada semana, el acusado sostuvo que fue previamente agredido por la víctima y que perdió la cabeza, lo que le llevó a sacar una navaja que llevaba "por casualidad" y utilizarla "únicamente con ánimo de defensa".

Los amigos que acompañaban a la víctima cuando sucedieron los hechos coincidieron en destacar que el acusado y el grupo que le acompañaba llegaron en actitud chulesca y prepotente al lugar en el que se encontraban y empezaron a agredirles.

Además, varios de ellos defendieron que vieron cómo el acusado perseguía a la víctima, que recibió la puñalada en el costado en el momento de volverse para comprobar si le estaban siguiendo.

Las forenses que practicaron la autopsia a la víctima incidieron en que la herida que sufrió era mortal de necesidad y precisaron que el navajazo (el arma incautada tenía una hoja de 16 centímetros) se asestó con "mucha fuerza", ya que rompió una costilla y provocó una hemorragia interna masiva que generó un neumotórax.

Recalcaron que fue la juventud de la víctima lo que le permitió sobrevivir algunas horas a la agresión que sufrió.

Además, constataron que Mario F. recibió la puñalada cuando estaba haciendo algún movimiento y no frente a su agresor, un testimonio que ha sido vital en el veredicto del jurado ya que la fiscalía sostiene, y así lo han declarado en el juicio numerosos testigos, que la víctima fue atacada cuando trataba de huir.

La Fiscalía mantuvo en sus conclusiones definitivas que sobre las 3.50 horas del 16 de mayo de 2021, el acusado, que tenía 21 años cuando sucedieron los hechos, se encontraba en las inmediaciones de un descampado ubicado en la calle El Tejo de León junto a unos amigos y en un momento determinado se inició una discusión con otro grupo de jóvenes allí congregados, entre los que se encontraba la víctima.

Añadió que el joven cántabro que resultó muerto, que estudiaba el primer curso de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de León, trató de huir del lugar y fue perseguido por el acusado quien, durante la carrera y "con ánimo de acabar con su vida", le clavó la navaja en el costado izquierdo.

El abogado de la defensa insistió en enmarcar los hechos en un botellón en el que se había consumido mucho alcohol y ha recalcado que es un momento determinado "se desató una pelea y se escapó una navaja".

También puso en duda la idoneidad del tratamiento que el joven recibió cuando ingresó la madrugada de los hechos en el Hospital de León en estado crítico.