El consejero de Salud, César Pascual, espera que esté lista en septiembre la auditoría en el Servicio Cántabro de Salud (SCS) en la que está trabajando su departamento para conocer la situación que hereda del anterior Gobierno PRC-PSOE, y ha avanzado que, en el trabajo realizado hasta el momento, se ha encontrado "sorpresas", tanto positivas como negativas.

Cuestionado por la prensa sobre esta auditoría "financiera, operativa y asistencial" del SCS, que se comprometió a realizar tras tomar posesión del cargo el 10 de julio, con el fin de conocer la "situación real" de la sanidad cántabra, Pascual ha explicado este lunes que se está "trabajando en ello" y la intención es tener para septiembre "dibujado un mapa de la situación real" del Servicio Cántabro de Salud.

"Estamos viendo algunas cosas que nos están deparando sorpresas positivas y algunas cosas que tal vez son desgraciadamente negativas", ha adelantado el consejero sobre los datos conocidos hasta ahora, si bien no ha querido concretar al respecto hasta no tener "la foto completa" porque "son fotos muy parciales y pueden tener sesgo", ha dicho.

Pascual decidió implementar esta medida para evitar lo que le sucedió cuando se convirtió en gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y se encontró que había "facturas en cajas y sin pagar" por valor de más de 220 millones de euros.

El titular de Sanidad se ha pronunciado así a preguntas de los medios tras presidir la toma de posesión de tres subdirectores del Servicio Cántabro de Salud.