El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, hará «lo indecible», hasta aceptar «cesiones», para que en 2021 la comunidad autónoma tenga unos presupuestos apoyados por la mayoría de los partidos en la oposición, sobre todo por el PP, dada la importancia -enfatiza- que tiene la unidad ante la pandemia. En una entrevista con EFE, Revilla analiza lo que ha dado de sí el primer año de su cuarta legislatura como presidente cántabro, marcado por la COVID-19 y por el «órdago» de su socio de gobierno, el PSOE, después de que los regionalistas no apoyasen en el Congreso la investidura del socialista Pedro Sánchez.

«No me lo creí. No me quitó ni un minuto de sueño. Y si hubiera ocurrido el PRC tiene múltiples opciones para garantizar la gobernabilidad en Cantabria», afirma el jefe del Ejecutivo cántabro, quien no ha tenido «prácticamente ningún encontronazo» más que ese con su vicepresidente y líder del PSOE cántabro, Pablo Zuloaga.

Añade que en el Consejo de Gobierno todos los asuntos salen adelante por unanimidad, por lo que no tiene «ningún problema» con el PSOE, y añade que «esa etapa ya está superada». Revilla mantiene ahora una «buena» relación con el PP y con Ciudadanos, a los que agradece que desde que se declaró la pandemia le hayan llamado «para arrimar el hombro».

Y avanza que durante el Debate del Estado de la Región -los próximos 29 y 30 de junio- trasladará que «tanto a nivel regional como nacional, se sale si estamos unidos». «Voy a hacer lo indecible para que podemos hacer un presupuesto que cuente con el apoyo de la mayoría de los partidos, muy especialmente del PP, que es el principal», subraya y reconoce que habrá «que hacer cesiones».

Opina que «cualquier dirigente inteligente» plantearía unos presupuestos que busquen el mayor consenso y eso a pesar de que en su caso, los grupos que forman el Gobierno cántabro tienen la mayoría en el Parlamento, 21 de 35 diputados, que fueron los que le eligieron hace un año, el 27 de junio de 2019, por cuarta vez presidente de Cantabria.

«Yo les agradezco el tono bien diferente que hay en el Parlamento de Cantabria al del Congreso. Son palabras que se suelen decir, pero es que ahora necesitamos contar con el PP porque lo que hay se tiene que distribuir con un amplio consenso», enfatiza. También quiere el apoyo de los populares para «un tema de un calado impresionante» y «complicado» como es la aprobación de la Ley del Suelo, que espera que marque el futuro del desarrollo del urbanismo en las zonas rurales de la comunidad.

Reclama así que haya unidad «de todos los partidos» de Cantabria para ser «exigentes» en las reivindicaciones que «son de absoluta justicia» y que ha venido trasladando, «sin respuesta», a Pedro Sánchez durante las Conferencias de Presidentes dominicales.

Entre esas peticiones menciona el pago de la mensualidad del IVA de diciembre de 2017, lo adeudado por las obras del Hospital de Valdecilla o que los ayuntamientos cántabros dispongan de sus 450 millones de euros de remanentes para invertirlos en obra pública.

Revilla entiende que sus socios socialistas en el Ejecutivo regional tengan que estar «más o menos callados» e, incluso, «justificar lo injustificable», porque están en una formación nacional, en la que «la disciplina de voto es la tónica», y no se debe «incomodar» a los que gobiernan en Madrid en su partido.

«Pero supongo que tampoco están muy contentos con las actuaciones del Gobierno. De hecho, están votando aquí en Cantabria a favor de peticiones constantes al Gobierno de la nación. Pero parece que no se les hace mucho caso», señala el líder regionalista.

También se ha referido a la elección por parte del Consejo de Ministros de la candidatura de Barcelona como sede para el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas, cuando Revilla cree que la propuesta de Comillas era «con diferencia la mejor». «Cuando vi que habían quedado para la final Cataluña y Cantabria, más allá del optimismo del vicepresidente, que me consta que se ha llevado un gran disgusto y estuvo peleándolo, me fui a casa pensando que nos lo quitaban», lamenta Revilla.

PEDRO SÁNCHEZ. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, cree que el jefe del Gobierno central, Pedro Sánchez, no va a dimitir «en ninguna circunstancia» y aconseja a los partidos de la oposición que no se «desgasten» y que se dediquen a «echar una mano» en la reconstrucción para que los ciudadanos los vean «útiles». Revilla no ve ni a corto ni a medio plazo «más alternativa» que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. «Que me cuenten a mí qué alternativa hay al PSOE. Yo no la veo», afirma.

Y no prevé que vaya a darse ninguna de las posibilidades que podrían facilitar un cambio en el Ejecutivo: ni la dimisión -quien piense eso de Sánchez «no le conoce», señala-, ni tampoco una moción de censura, porque las fuerzas políticas del Parlamento ven cualquier alternativa peor que lo que está gobernando.

El presidente cántabro y líder del PRC recomienda a la oposición, y sobre todo al líder del PP, Pablo Casado, que no piense que habrá elecciones «en un año» y que, en vez de «desgastarse», opte «por echar una mano» en la reconstrucción. «Y que empiecen a dar caña cuando nos acerquemos a 2023, pero de momento que no hagan oposición como si fuera a haber elecciones, porque eso también desgasta. Que les vean ahora como colaboradores», aconseja.

Sobre la gestión de la pandemia, considera que «a toro pasado hay gente muy lista» y que «a cualquiera que le hubiera agarrado esto» en el Gobierno, «salvo matices, mejor no lo habrían hecho».

Sin embargo, tiene un «descontento grande» porque Pedro Sánchez no ha atendido sus demandas en las 14 Conferencias de Presidentes.

El jefe del Gobierno regional ha pedido a Sánchez, domingo tras domingo, que se abone el IVA de 2017 (42 millones para Cantabria), que se permita a los ayuntamientos gastar su superávit (450 millones en el caso de su comunidad), y que no se recurriera el fallo de la Audiencia Nacional que reconoce a la región el derecho a suscribir un convenio con el Estado para el pago de la anualidad de 2016 para el Hospital de Valdecilla. Recientemente se conoció que el Estado sí ha recurrido esa sentencia, lo que Revilla considera «el mayor agravio de todos» y «un ataque casi a Cantabria y al presidente».

«Tengo un descontento grande con el Gobierno de España en estos temas que no formaban parte del pacto, y solo faltaría ya que los Presupuestos no cumplan los firmado, entonces estaríamos hablando ya de una situación muy delicada y muy grave», advierte.

Hasta ahora, a su juicio, en Cantabria «no hay que agradecer nada al Gobierno de España» porque «tampoco ha hecho nada especial» y ha dado «mucho menos de lo que le corresponde» a la comunidad.

Pero los regionalistas y su líder y presidente regional tienen la vista puesta ya en los próximos Presupuestos Generales del Estado y espera que recojan las reivindicaciones plasmadas en el pacto de gobierno regional.

Más que cifras concretas, Revilla espera que en el proyecto presupuestario figuren los compromisos de legislatura que hay firmados: «al menos» dos o tres tramos de la alta velocidad de Palencia a Aguilar, el estudio informativo del proyecto hasta Reinosa, el estudio informativo del tren a Bilbao, y las obras del Desfiladero de La Hermida. «No vamos a poner cantidades porque teniendo en cuenta que la mayoría de las cosas que se han firmado no han empezado, las consignaciones para este año no tienen por qué ser elevadas. Se trata de que todos los compromisos aparezcan con su partida», dice.

El presidente cántabro no aceptaría que esas inversiones se obviaran por motivos relacionados con el gasto por la COVID. Y ello porque «todos los expertos recomiendan que no se puede parar la obra pública», dada la elevada inversión que moviliza y la creación de empleo que supone.

Insistir en las demandas. El Partido Regionalista va a seguir insistiendo en sus demandas pero, en opinión de Revilla, hay una realidad que no se puede ignorar: que al haber tantos partidos representados en el Parlamento nacional se propicia «la geometría variable» y los pactos del Gobierno central son «a cambio de concesiones territoriales».

«Y aquellos que tienen ahora la posibilidad de dar mayorías para presupuestos y para aprobar escaladas o desescaladas, alarmas o no alarmas, por desgracia no plantean solamente cuestiones relativas a la pandemia, sino que introducen peticiones al margen. Y gobernar en España en una situación de Torre de Babel como hay en el Parlamento. Ahora para dar mayorías hay que tocar muchísimos instrumentos y casi todos llevan unos intereses que hacen que nos quedemos descolgados», advierte.