En un contexto de creciente tensión en el sector primario en España, el consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, ha expresado su respaldo a las protestas llevadas a cabo por agricultores y ganaderos en todo el país. Palencia no solo ha respaldado las manifestaciones, sino que también ha opinado que era previsible que estallaran, dadas las condiciones y políticas que actualmente afectan al sector.

El detonante de estas protestas en el sector agrícola y ganadero ha sido la percepción de que las políticas de la Unión Europea están asfixiando la industria, al imponer condiciones medioambientales cada vez más rigurosas en el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC). Esta regulación más estricta se ha traducido en una mayor burocracia y una creciente carga de trabajo administrativo para los productores, lo que ha hecho que su labor cotidiana sea cada vez más difícil y costosa.

El consejero de Desarrollo Rural critica la "hiperregulación"

Palencia ha denunciado que las condiciones medioambientales de la nueva Política Agraria Común (PAC) «están acorralando» al sector, con una «hiperregulación» y una «burocratización» que impide su trabajo diario. «Es por eso que el sector está tan acorralado que explota», ha argumentado.

El consejero Palencia ha señalado que esta situación ha llevado a una sensación de asfixia entre los agricultores y ganaderos, quienes han decidido expresar su descontento a través de protestas en toda España, siguiendo el ejemplo de movilizaciones similares que comenzaron en Francia y se han extendido a nuestro país. La similitud en los problemas que enfrentan en ambos países ha sido un factor clave para la propagación de las protestas en España, incluyendo la región de Cantabria. Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes para el consejero de Desarrollo Rural es la falta de una defensa efectiva del campo español en el ámbito europeo. A pesar de las palabras de apoyo del Ministro de Agricultura, Luis Planas, Palencia considera que no se han tomado medidas concretas para salvaguardar los intereses del sector en las negociaciones europeas. Según Palencia, el ministro «habla mucho» pero «no hace absolutamente nada» para proteger el campo español en Europa, lo que ha generado frustración y desconfianza entre los agricultores y ganaderos.

Ante esta situación, el consejero ha instado a la Unión Europea a tomar medidas urgentes para aliviar la presión sobre el sector primario en España. Entre las demandas clave se encuentra la flexibilización de la PAC, que actualmente está siendo percibida como una camisa de fuerza para los productores. Además, se ha solicitado que no se apliquen recortes a la política agraria común, lo que podría agravar aún más la situación de los agricultores y ganaderos.

En última instancia, Pablo Palencia ha enfatizado la importancia de defender a los productores españoles y asegurar que sus intereses sean protegidos en el ámbito europeo. Ha subrayado la necesidad de actuar de manera decidida y efectiva para evitar un colapso en el sector primario, que es esencial para la seguridad alimentaria y la economía del país.

Esta situación continúa generando preocupación en el sector y en las autoridades regionales, que esperan una respuesta efectiva por parte de las instancias europeas y nacionales para abordar los desafíos que enfrentan los agricultores y ganaderos españoles en el contexto actual.