29.04.2024 |
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INDUSTRIA

La industria cántabra se hunde

La facturación de la industria en Cantabria ha sufrido un golpe devastador, con una caída que prácticamente triplica la media nacional alcanzando un abismal -14,9%, lo que la coloca como la tercera mayor caída en todo el país
La industria cántabra se hunde

En el año 2023, España se ha enfrentado a una serie de desafíos económicos significativos que han impactado en su panorama financiero y empresarial. A lo largo de este año, se han observado cambios en la industria, tendencias en la economía nacional, así como perspectivas económicas y análisis a largo plazo. A continuación, ampliaremos estos temas para proporcionar un panorama más completo de la situación económica en España en 2023.

Cantabria ha registrado la tercera mayor caída en la facturación industrial en España

Uno de los aspectos más destacados en el año 2023 ha sido el desafío que enfrenta la industria española. La facturación de la industria ha experimentado un descenso notorio en todo el país. Un dato particularmente preocupante ha sido la caída en la facturación de la industria en Cantabria, que ha sido casi tres veces mayor que la media nacional (-14,9%). Esto ha llevado a que Cantabria se sitúe como la tercera región con la mayor disminución en la facturación industrial en España.

La caída en la facturación no se limitó a Cantabria, ya que en todo el país, las cifras de negocio de la industria disminuyeron un 5,8% en el período de abril a septiembre en comparación con el mismo período en 2022. Esto indica un panorama complicado para la industria manufacturera en España, lo que ha llevado a una serie de análisis y preocupaciones sobre el estado de la economía industrial en el país.

Además de Cantabria, otras regiones también se han visto afectadas por la disminución en la facturación industrial. Por ejemplo, Galicia experimentó una caída del 18,3%, mientras que Aragón experimentó una disminución del 17,3%. Por otro lado, regiones como Madrid, Navarra y el País Vasco lograron mantener cifras de negocio positivas en septiembre, lo que indica una disparidad en el rendimiento industrial en todo el país.

Las exportaciones también han disminuido, con ventas a países de la zona euro en declive

La caída en la facturación industrial también se ha reflejado en diferentes sectores económicos. Los bienes duraderos, bienes intermedios y bienes relacionados con la energía han experimentado caídas en sus cifras de negocio. Estos datos indican que varios sectores clave de la industria se han visto afectados negativamente, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre la estabilidad y la recuperación de la economía industrial en España.

La evolución económica a lo largo del año 2023 ha sido una fuente de preocupación. La industria española experimentó un aumento del 9,8% en sus cifras de negocio entre enero y marzo en comparación con el mismo período en 2022. Sin embargo, a partir de abril, este indicador ha mostrado una tendencia descendente continua, alcanzando una caída del 5,7% en septiembre, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).  Esta tendencia descendente ha planteado interrogantes sobre la recuperación económica en España y sobre si se trata de una situación temporal o de un cambio estructural en la economía del país. Las caídas continuas en la facturación industrial sugieren que existen desafíos más profundos que deben abordarse.

Impacto en el Mercado Exterior

Las exportaciones españolas también han enfrentado desafíos en 2023. Las ventas al extranjero han disminuido, con caídas en las ventas a países de la zona euro. Además, las exportaciones han contribuido menos al Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2023, lo que indica dificultades en el mercado internacional.

La situación económica de los países de la zona euro, que son importantes clientes para las exportaciones españolas, ha influido en este declive. Por ejemplo, Países Bajos ha entrado en recesión, lo que ha tenido un impacto negativo en las exportaciones españolas. Estos datos reflejan la vulnerabilidad de la economía española a los acontecimientos en los mercados internacionales y la importancia de diversificar las fuentes de ingresos y exportación.

Perspectivas Económicas y Análisis a Largo Plazo

A medida que avanzó el año, las perspectivas económicas para España se volvieron más sombrías. Se esperaba que la economía española se enfriara en la segunda mitad de 2023, con la posibilidad de un estancamiento en el crecimiento económico y señales de desaceleración. Las previsiones apuntaban a un panorama complicado, con un índice de gestión de compras (PMI) que anticipaba un empeoramiento de la producción en el sector manufacturero español. Además, el informe ‘MacroInsights’, elaborado por EY Insights y EsadeEcpol, destacó una preocupación a largo plazo: la renta per cápita en España apenas ha crecido en los últimos quince años. Esto ha llevado a un aumento en la brecha con las economías avanzadas de referencia, lo que significa que España ha quedado rezagada en términos de desarrollo económico.

Preocupan los datos de la renta per cápita en España que apenas ha crecido en los últimos quince años

Este estancamiento absoluto de la renta per cápita se ha visto agravado por un aumento en la distancia relativa con otras economías avanzadas que ya eran más ricas que España o que la han superado en términos de desarrollo económico. Además, España ha continuado mostrando vulnerabilidades en su tejido empresarial y productivo, lo que ha frenado el crecimiento económico del país.

Escenarios Futuros y Desafíos

A pesar de los desafíos actuales, se han planteado escenarios futuros. Si el INE confirma un crecimiento trimestral de alrededor del 0% en el tercer y cuarto trimestre, el PIB podría avanzar un 2% en 2023, incluso en caso de estancamiento total (0,0% trimestral) en el último trimestre. Aunque estas cifras son alentadoras en comparación con algunos países de la Unión Europea, como Alemania, Francia e Italia, que han experimentado un crecimiento más lento, se destacó que la demanda interna en España todavía es un 2,7% menor que en 2008, año en que estalló la crisis financiera internacional. A pesar del crecimiento sostenido del consumo público en los últimos 15 años, no ha compensado la caída del consumo privado y la contracción de la inversión, lo que ha impedido que la demanda interna recupere los niveles de 2008. Esto se ha descrito como un «estancamiento de la renta per cápita» en España.

La demanda interna en España es un 2,7% menor que en 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial

Para evitar esta dinámica y mantener su posición relativa, se ha destacado la necesidad de un crecimiento sostenido en los próximos años. Se estima que España debería crecer entre un 1,4% y un 1,6% anualmente durante la próxima década y media. Esto supondría un desafío importante, ya que incluso un crecimiento del 1,4%-1,6% anual sería inferior al período 1980-2007 (2,4%) y al de la Unión Europea en ese mismo período (1,8%).

Para lograr este crecimiento, se requerirían medidas apropiadas y ambiciosas para corregir el diferencial negativo en productividad y ocupación y recuperar la renta media española. Además, se ha señalado que factores como la población en edad de trabajar y las horas trabajadas podrían verse afectados por el envejecimiento demográfico, lo que añade una dimensión adicional a los desafíos económicos de España.

El año 2023 ha sido un año de desafíos significativos para la economía española, con caídas en la facturación industrial, desafíos en el mercado exterior y preocupaciones sobre el crecimiento económico a corto y largo plazo. A medida que España se enfrenta a estos desafíos, la búsqueda de soluciones para estimular el crecimiento económico sostenible y abordar las vulnerabilidades en el tejido empresarial y productivo se ha convertido en una prioridad clave para el país. Las decisiones y políticas económicas tomadas en los próximos años tendrán un impacto significativo en el futuro económico de España.

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