06.05.2024 |
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ECONOMÍA

Las familias cántabras no conseguirán ahorrar a pesar de la bajada del IVA

Si sumamos la eliminación de la bonificación a los carburantes para los particulares a la introducción del nuevo impuesto sobre plásticos, más la exclusión de la reducción del IVA en alimentos como la carne y el pescado, todo parece indicar que las medidas establecidas van a impactar, en su conjunto, negativamente sobre los bolsillos de los ciudadanos, por lo que van a ser ineficientes, al no cumplir el objetivo para el cual fueron diseñadas | El descuento que se podrá conseguir en algunas superficies sumado al ahorro de diez céntimos por cada euro gastado, pronto se verá superado por las subidas de precios previstas para 2023

Un estante de un supermercado con productos básicos / ZIPI
Un estante de un supermercado con productos básicos a los que se ha rebajado el IVA. / ZIPI
Las familias cántabras no conseguirán ahorrar a pesar de la bajada del IVA

Ayer se cumplía una semana en el que productos como las frutas, el pan, los huevos o el queso se venden en Cantabria con un tipo de IVA del 0%, después de que el día 1 entrara en vigor la rebaja aprobada por el Gobierno Central para aliviar el encarecimiento de los alimentos. Sin embargo, la tendencia generalizada a subir precios y los problemas técnicos que sufren algunos comerciantes ha dificultado que esa rebaja tributaria se traduzca en un ahorro para las familias.

Por otro lado, hay otras cuestiones que se deben analizar. Por una parte, la no aplicación de la reducción del impuesto sobre los productos que más encarecen la compra de las familias, pescado y carne, será otro de los factores que determinen el impacto real sobre el gasto familiar. Por otro lado, se puede dar la paradoja de una sustitución de estos alimentos, en la dieta diaria, por pasta o patata, de los cuales, ya de por sí, aumenta la demanda al disminuir la renta, por lo que nos alejaremos aún más de la dieta equilibrada que deberíamos mantener.

Y en la ecuación hay que introducir el nuevo impuesto sobre los plásticos aprobado por el Gobierno, que podría repercutirse sobre el consumidor, con lo que, la rebaja fiscal no tendrá un efecto real sobre el precio final del producto. Eso sí, el Estado recaudará, según algunas previsiones, más que lo invertido en el cheque alimentario y la propia rebaja del IVA. Pero, además, en el mismo paquete de medidas aprobadas se elimina la bonificación a los combustibles, a pesar de que los precios de estos productos siguen estando por encima de los que pagábamos antes de la aplicación de esta rebaja y que, en muchas familias, tendrá un impacto que eliminará completamente el ahorro real en la cesta de la compra.

En definitiva, si sumamos la eliminación de la bonificación a los carburantes para los particulares a la introducción del nuevo impuesto sobre plásticos, más la exclusión de la reducción del IVA en alimentos como la carne y el pescado, todo parece indicar que las medidas establecidas van a impactar, en su conjunto, negativamente sobre los bolsillos de los ciudadanos, por lo que van a ser totalmente ineficientes, al no cumplir el objetivo para el cual fueron diseñadas.

Si a esto le sumamos que las previsiones del precio del gas, la electricidad y la gasolina parece que no darán tregua a los bolsillos de los españoles durante este año 2023, no parece que vayamos a notar mejoría en nuestro poder adquisitivo.

LAS PEQUEÑAS TIENDAS Y EMPRESARIOS INDIVIDUALES, LOS MÁS PERJUDICADOS

En distinta situación se encontrará el pequeño comercio que, al no tributar en el régimen general sino en el llamado régimen especial de recargo de equivalencia, no pueden deducirse el IVA que ha pagado. «A las pequeñas tiendas y empresarios individuales sí les afecta porque como pueden estar en el famoso recargo de equivalencias ellos le pagan al proveedor el IVA y el recargo de equivalencia, ese recargo que antes podían repercutir al consumidor final ahora no puede deducirse, porque no tienen ese juego y ahí sí pueden tener una pérdida», explican los expertos.

Las tiendas pequeñas pueden optar entonces por bajar los precios -si les preocupa la competencia de otras superficies que lo han hecho- y asumir la pérdida, o bien vender todo el stock al IVA al que lo compraron antes de aplicar la bajada, con lo que el cliente puede encontrarse establecimientos en los que todavía no se ha aplicado esa rebaja fiscal.

Además de estos problemas -la subida de costes y los problemas burocráticos- hay otras razones que están enturbiando los esperados descuentos en los precios finales, como por ejemplo las dificultades técnicas que tienen algunos comercios de menor escala cuyas cajas registradoras estaban programadas para poder aplicar tres tipos distintos de IVA: el superreducido del 4%, el reducido del 10% y el general del 21%. «El problema es la celeridad y la falta de previsión, que no contemplan la cadena de acciones que deben desarrollar las compañías, tanto las empresas comercializadoras de los productos referidos en este paquete de medidas, como a las compañías proveedoras de soluciones tecnológicas (...) El tipo impositivo 0% no está soportado ni por el SII (Sistema Inmediato de Información) ni por el TicketBAI; el recargo de equivalencia de 0,625% no está soportado tampoco por el SII ni por el TicketBAI ni por el modelo 303 de autoliquidación del IVA», lamenta la Confederación Española de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicación y Electrónica (Conetic).

LOS PRECIOS SEGURIÁN SUBIENDO EN 2023

En cualquier caso, el descuento que podrían percibir los clientes al hacer la compra por la rebaja del IVA no está previsto que se alargue mucho en el tiempo, dado que se prevé un incremento de los precios de los alimentos continuado a lo largo del año.

Según la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) la rebaja del IVA supondrá un ahorro de 3,5 euros en una compra media que antes costaba 33,67 euros, es decir, algo más de diez céntimos de ahorro por cada euro gastado. Pero este descuento que se podrá conseguir en algunas superficies pronto se verá superado por las subidas de precio previstas. El panel de analistas de Funcas estima en su último informe sobre inflación que los precios de los alimentos frescos se incrementarán en enero un 1,1% respecto a diciembre y un 0,7% en febrero frente a enero; mientras que para los alimentos elaborados prevén un incremento mensual en enero del 0,5% y del 0,2% en febrero.

En términos anuales, la subida de los alimentos no elaborados -entre los que figuran las frutas, verduras, pan, leche, huevos...- será del 13,6% y 14,6% en los primeros dos meses del año; mientras que la de los procesados se situará en el 12,6% y 11,3%. De media, en 2023, los alimentos elaborados se encarecerán un 6,7% y los frescos, un 9,7%.

RÉCORD DE RECAUDACIÓN DEL MINISTERIO DE HACIENDA

Los ingresos de IVA, IRPF y Sociedades, sumados a los elevados datos de la inflación, han disparado la recaudación tributaria de 2022, que al cierre de noviembre se situaba ya por encima del récord alcanzado en el ejercicio 2021 (223.385 millones).

El informe de recaudación de noviembre de la Agencia Tributaria muestra unos ingresos tributarios en los once primeros meses de 2022 de 239.789 millones de euros, un 15,9 % más que en el mismo periodo del año anterior que garantiza que se batirá el máximo histórico de 2021.

De hecho, la cifra de recaudación de noviembre ya supera en 7.437 millones la previsión de ingresos tributarios para todo el año recogida en los Presupuestos de 2022 (232.352 millones) y se sitúa a solo 4.283 millones de la previsión actualizada por Hacienda en octubre (244.072 millones).

Los Presupuestos de 2023 prevén que la recaudación tributaria continúe en aumento este año, cuando espera que alcance los 262.781 millones de euros, un 7,7 % más de los 244.072 millones con los que cree que cerrará 2022.

La rebaja del IVA es cuestionado por varias comunidades autónomas. Hacienda asegura que el impacto de la rebaja del IVA en las arcas autonómicas será nulo, pero las CCAA alertan de pérdida de ingresos

Según los expertos, la bajada del IVA al aceite del 10% al 5% supondrá un ahorro de 1,36 euros por cada 25 euros de compra de este producto. No obstante, han puntualizado que entienden esta rebaja temporal del IVA en productos básicos. En su opinión, algunos productores, comercializadores y patronales magnifican los efectos de las bajadas de IVA para aumentar sus ventas, «pero las cifras muestran que eso no es así a nivel del consumidor». En cambio, añaden, Estado y Autonomías «pierden mucha recaudación con la que financiar ayudas públicas».

Algunas comunidades como Cantabria, Murcia o País Vasco no han facilitado ninguna estimación, pero otras muchas sí han alertado, de la pérdida de ingresos que les supondrán las rebajas en el IVA aprobadas por el Gobierno para paliar la subida de precios, algo que rechazan tanto el Ministerio de Hacienda como, en general, las autonomías con presidente socialista.

La voz de alarma la dio la Junta de Castilla y León el pasado 29 de diciembre, dos días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase la medida. El portavoz de la Junta de Castilla y León y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, apuntó que la rebaja del IVA en algunos alimentos anunciada por el Gobierno, sumada a otras como la del impuesto de la electricidad, dejarán a la región sin 265 millones de euros con los que contaba en el presupuesto recién aprobado. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, subrayó durante su discurso de balance de año que la reducción del IVA «afecta a las comunidades autónomas» y estimó que su región «aportará casi 500 millones de euros». «Estamos de acuerdo en que se bajen impuestos, pero el presidente del Gobierno debería advertir de que ese esfuerzo lo hacemos todos», señaló.

Fuentes del Ejecutivo andaluz han explicado que el impacto de esos casi 450 millones en las cuentas andaluzas es una estimación de los servicios técnicos de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, pero la cifra exacta la tendría que trasladar el Gobierno a las comunidades en un Consejo de Política Fiscal y Financiera.

En el caso de Galicia, la Xunta no ha facilitado un cálculo en ese sentido pero su presidente, Alfonso Rueda, dijo en una rueda de prense tras un Consello que esta rebaja de impuestos supone un «esfuerzo compartido», ya que las comunidades también dejarán de recaudar, y lamentó que no hubiera existido diálogo previo para adoptar esta medida.

Algunas comunidades gobernadas por el PSOE también han efectuado sus cálculos, como Navarra, que ha estimado en 105,88 millones el impacto en la Hacienda Foral de las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno central a finales de año.

A su vez, la Junta de Extremadura ha calculado en aproximadamente 15 millones de euros el impacto en sus cuentas autonómicas por la rebaja del IVA en algunos alimentos anunciada por el Gobierno, sumada a otras como la del impuesto de la electricidad.

Desde Asturias, que comparte las medidas del Gobierno, fuentes de la Consejería de Hacienda han afirmado que las rebajas impositivas no supondrán este año una reducción de ingresos para el Principado y que, en todo caso, el posible impacto no se produciría hasta el ejercicio 2025, cuando realmente se conozca la recaudación y se practique la oportuna liquidación relativa a 2023.

Las familias cántabras no conseguirán ahorrar a pesar de la bajada del IVA
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