La jornada de protestas convocada por las principales organizaciones agrarias de Cantabria ha visto cómo tractores y manifestantes han tomado estratégicamente los accesos a las autovías A-8 y A-67, provocando cortes significativos y, en puntos como Reinosa, el cierre total de la vía. Equipados con pacas de paja que han sido incendiadas en las rotondas de acceso, los manifestantes, ataviados con chalecos amarillos y armados con campanos, han elevado la protesta a un nivel de visibilidad y audacia notable.

Los tractores, acompañados por vehículos con remolques, han desfilado haciendo sonar sus bocinas y ondeando banderas y pancartas que plasman sus reivindicaciones. Entre los lemas destacados, se encuentran críticas al manejo de la población de lobos con frases como "Lobo sí, pero no así" y reclamos frente a las políticas agrarias europeas y nacionales, evidenciando un profundo malestar con slogans como "No Agenda 2030" y "La verdadera riqueza de nuestro país es el campo".

El despliegue de fuerzas de seguridad ha sido notable, especialmente en Colindres, donde la Guardia Civil ha procedido a cerrar entradas y salidas de la autovía, evidenciando la tensión entre las autoridades y los manifestantes. En este punto, unos cincuenta tractores han conseguido paralizar el tráfico, realizando marchas lentas de rotonda a rotonda y colapsando efectivamente la movilidad en la zona.

Reinosa se ha convertido en otro de los epicentros de la protesta, con aproximadamente ochenta tractores y trescientas personas bloqueando accesos y, finalmente, cortando por completo la autovía, un acto que ha culminado con la creación de hogueras en las rotondas. Similarmente, en Unquera, los manifestantes han logrado bloquear las salidas desde la A-8, dejando vehículos atrapados sin posibilidad de acceder al municipio.

Estas acciones forman parte de un calendario de movilizaciones coordinadas en toda la Cornisa Cantábrica, impulsadas por COAG, Asaja y UPA-UCA, buscando poner de manifiesto la crítica situación que enfrenta el sector agrario y ganadero de Cantabria. Con estas protestas, los agricultores y ganaderos demandan atención urgente a sus necesidades y una revisión profunda de las políticas que afectan directamente su sustento y el futuro del campo español.