En una intensa sesión parlamentaria celebrada este lunes en Cantabria, la presidenta de la comunidad autónoma, María José Sáenz de Buruaga, ha lanzado un llamado público al líder regional del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pablo Zuloaga. Buruaga instó a Zuloaga a mostrar valentía política al «plantarse y romper» con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con el objetivo de evitar convertirse en cómplice de lo que la presidenta denunció como el mayor abuso institucional en medio siglo.

Este enfrentamiento político se desencadenó en respuesta a una pregunta del exvicepresidente regional y portavoz socialista, centrada en las políticas «premium» y los «business» del Gobierno del Partido Popular (PP) en relación con los servicios públicos en Cantabria. Buruaga, también presidenta del PP cántabro, no dudó en contraatacar, afirmando que el único «premium» que se ha producido es el que Sánchez ha otorgado al independentismo, y el único «business» es el llevado a cabo por Junts y un prófugo de la justicia, todo ello a expensas de los impuestos y la dignidad de los españoles.

Zuloaga, por su parte, reprochó a Buruaga las declaraciones de sus consejeros, señalando que «cada vez que hablan la lían» al referirse a cuestiones como copagos, negocios con la sanidad pública y becas para conciertos. Además, el líder socialista cuestionó las decisiones del gobierno regional, argumentando que favorecen a los sectores más privilegiados y perjudican a los más desfavorecidos. En este sentido, destacó una reforma fiscal que, según él, dejará de recaudar 90 millones de euros y llevará a Cantabria a una situación «muy complicada» en 2026.

Buruaga respondió acusando a Zuloaga de continuar manipulando la información con discursos preconcebidos contra el PP y criticó la «irresponsabilidad y sectarismo» de Zuloaga, alegando que esto podría generar intranquilidad entre los cántabros por algo que, según Buruaga, «nunca va a pasar». La presidenta también arremetió contra Zuloaga por su actitud tras las elecciones de mayo, acusándolo de no saber hacer política desde el respeto a las instituciones ni oposición sin recurrir a la mentira. La sesión parlamentaria no solo se limitó a la confrontación entre Buruaga y Zuloaga sobre las políticas regionales, sino que también se extendió a la política industrial del Gobierno central. Buruaga culpó al Gobierno de España en funciones de Pedro Sánchez de la situación industrial de Cantabria, afirmando que su ejecutivo «va a combatir de todas las formas posibles» estas políticas que, según ella, amenazan a las industrias locales.

Políticas perjudiciales. La presidenta destacó que, ante políticas económicas e industriales perjudiciales, algunas empresas han tomado decisiones drásticas, como cambiar de sede, citando el caso de Ferrovial, o considerar medidas drásticas, como en el caso de Siemens Gamesa y Solvay. Buruaga sostuvo que el Gobierno central debería activar soluciones para estas situaciones, pero lamentó que Sánchez, en lugar de preocuparse por la industria, esté ocupado «concediendo favores a un prófugo de la justicia y sus amigos para mantenerse en la Moncloa».

En conclusión, la sesión plenaria en Cantabria no solo fue un escenario de enfrentamiento político entre Buruaga y Zuloaga sobre las políticas regionales y la responsabilidad fiscal, sino que también abordó las inquietudes sobre la política industrial y la percepción de que el Gobierno central no está tomando medidas adecuadas para proteger las industrias locales.