La situación de la gripe en Cantabria sigue siendo motivo de preocupación a medida que avanza el invierno. Con una tasa de incidencia actual de 345 casos por cada 100.000 habitantes, las autoridades de salud están vigilantes, aunque hay signos de que la onda epidémica está comenzando a aplanarse y se espera que la situación mejore en las próximas semanas, según las proyecciones de la Consejería de Salud.

La gripe, una enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus de la influenza, es una preocupación constante para los sistemas de salud en todo el mundo durante la temporada de invierno. En Cantabria, la situación no es diferente, y se han observado aumentos en los casos de gripe en las últimas semanas.

Durante la última semana de 2023, que comprendió del 25 al 31 de diciembre, se registraron alrededor de 2.000 nuevos casos de gripe en Cantabria. Esto representa un aumento del 28% en comparación con la semana anterior, cuando el incremento fue aún más pronunciado, alcanzando el 41%. Estas cifras son motivo de preocupación y reflejan la necesidad de mantener medidas de prevención y control de la enfermedad.

El Jefe del Servicio de Salud Pública de la Consejería de Salud, Manuel Galán, ha proporcionado información detallada sobre la situación actual y ha destacado que, aunque la tasa de incidencia semanal de 345 casos por cada 100.000 habitantes es significativa, no se considera alarmante en comparación con los datos previos a la pandemia. Esto sugiere que las medidas de prevención y las campañas de vacunación han tenido un impacto positivo en la contención de la enfermedad en la región.

Los datos epidemiológicos también revelan patrones interesantes en cuanto a la distribución de la enfermedad por grupos de edad. Se ha observado que los más afectados por la gripe son los menores de 15 años, un grupo demográfico que tiende a tener una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias. Sin embargo, es importante señalar que las personas mayores de 65 años son las que están requiriendo ingreso hospitalario debido a complicaciones relacionadas con la gripe. Este hallazgo subraya la importancia de la vacunación entre la población de mayor edad como medida de prevención. A fecha de 2 de enero, un total de 139 pacientes se encuentran hospitalizados debido a la gripe o a complicaciones asociadas a esta enfermedad. Sin embargo, el panorama podría estar cambiando en los próximos días, ya que se espera que la cantidad de pacientes dados de alta supere la de ingresos. Esta perspectiva alentadora podría ser un indicio de que la onda epidémica está llegando a su punto máximo y comenzará a declinar en breve.

Además de la gripe, la situación del Virus Respiratorio Sincitial (VRS) también ha sido objeto de seguimiento constante en Cantabria. Durante varias semanas consecutivas, se ha observado una disminución constante en la incidencia del VRS. A pesar de esta tendencia positiva, las cifras aún se mantienen en un rango moderado, con aproximadamente 60 nuevos diagnósticos diarios. Esto representa una tercera parte de los casos registrados durante los picos de la epidemia de VRS en años anteriores. La disminución en la incidencia del VRS sugiere que las medidas de prevención y el distanciamiento social han contribuido de manera significativa a frenar la propagación de este virus respiratorio. En lo que respecta a la vacunación contra el VRS, se ha observado una efectividad considerable, especialmente en los menores de 6 meses. De los 2,218 individuos inmunizados, solo 46 han dado positivo en VRS, lo que indica una tasa de éxito del 98%. Estos resultados respaldan la importancia de las campañas de vacunación para proteger a los grupos más vulnerables, como los bebés y los niños pequeños.

En cuanto a la situación del COVID-19 en Cantabria, se ha informado de un aumento gradual, pero controlado, de los casos. La tasa de ingresos relacionados con el COVID-19 es de 6.5 casos por cada 100,000 habitantes en este momento, y solo una persona se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos debido a esta enfermedad. Las hospitalizaciones afectan principalmente a personas mayores, con aproximadamente el 18% de los pacientes hospitalizados provenientes de residencias de ancianos. El Jefe del Servicio de Salud Pública, Manuel Galán, ha destacado que estas cifras se consideran bajas y razonables, lo que sugiere que las medidas de prevención y el programa de vacunación han contribuido de manera significativa a controlar la propagación del virus en la comunidad.

En resumen, la situación de la gripe en Cantabria sigue siendo motivo de preocupación debido a su aumento constante, pero se espera que la onda epidémica se aplane en las próximas semanas. Los esfuerzos de prevención y las campañas de vacunación han tenido un impacto positivo en la contención de la enfermedad. Además, la disminución de la incidencia del VRS y el control gradual del COVID-19 son señales alentadoras en medio de los desafíos actuales de salud pública. Es importante que la comunidad continúe siguiendo las medidas de prevención recomendadas, como la vacunación contra la gripe y el COVID-19, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social, para ayudar a controlar la propagación de estas enfermedades y proteger la salud de todos los ciudadanos de Cantabria.

Los hospitales de Sierrallana y Laredo tienen máxima ocupación en planta

Los hospitales y Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) en Cantabria han experimentado una disminución en la afluencia de pacientes en los últimos días festivos en comparación con la semana previa a la Navidad. Sin embargo, se ha registrado un aumento en la hospitalización, y los hospitales Sierrallana y Laredo se encuentran en máxima ocupación en sus plantas, mientras que Valdecilla presenta una situación más favorable y aún dispone de margen en sus unidades de internamiento. El subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Pablo Serrano, explicó a la Agencia EFE que, aunque la afluencia en las Urgencias de los hospitales y los centros de salud ha sido menor en estos días en comparación con los días 25 y 26 de diciembre, cuando se alcanzaron máximos históricos, se ha observado un aumento en la ocupación de las plantas hospitalarias, que en algunos casos ha alcanzado niveles máximos, aunque aún sin saturación.

Hasta el momento, no se han suspendido las cirugías programadas, aunque se ha registrado una disminución en la actividad quirúrgica, en consonancia con la temporada navideña. En cuanto a las Urgencias, se ha observado un predominio de casos relacionados con virus respiratorios, destacando la presencia de la gripe A. Las autoridades sanitarias tienen la expectativa de que la curva de contagios comience a descender pronto, lo que aliviaría la presión sobre los centros de atención médica.

Serrano resaltó que durante la primera quincena de diciembre se produjo un alto número de contagios de gripe, lo que tuvo un impacto significativo en la saturación de las Urgencias, aunque en los últimos días se ha registrado una disminución en la afluencia en comparación con la temporada navideña.

Sin embargo, la ocupación en las plantas hospitalarias es importante, especialmente entre personas vulnerables. Según Serrano, estos ingresos no corresponden a unidades de cuidados intensivos ni a unidades de cuidados intensivos, sino a pacientes con otras patologías o de edad avanzada que requieren tratamiento hospitalario. Serrano expresó su confianza en que la incidencia de la gripe comience a disminuir. «Aunque la curva de incidencia todavía es elevada, esperamos que las predicciones de los epidemiólogos se confirmen y que la curva de la gripe comience a descender en esta primera quincena de enero», declaró.

En la actualidad, el desafío radica en recuperar toda la actividad quirúrgica y aumentar la actividad en los quirófanos, ya que en los últimos días ha habido una ralentización. «Nuestro objetivo es gestionar la alta afluencia de pacientes y seguir realizando intervenciones para reducir las listas de espera», concluyó Serrano.