03.05.2024 |
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TRIBUNALES HOMICIDIO

Horror en Santander: Detalles desgarradores en el juicio por el brutal asesinato de una mujer

El hombre alegó a los agentes que "no aguantaba más" y que estaba "harto de la mujer", a la que hallaron con "un trapo en la boca"
SANTANDER, 06/11/2023.- El acusado de asesinar a la mujer que le acogió en su casa de Santander (i), durante el juicio que se celebra contra él en Santander este lunes. El fiscal ha pedido que se le condene a 20 años de cárcel. EFE/ Román G. Aguilera
SANTANDER, 06/11/2023.- El acusado de asesinar a la mujer que le acogió en su casa de Santander (i), durante el juicio que se celebra contra él en Santander este lunes. El fiscal ha pedido que se le condene a 20 años de cárcel. EFE/ Román G. Aguilera
Horror en Santander: Detalles desgarradores en el juicio por el brutal asesinato de una mujer

Los oficiales de la Policía Nacional que respondieron a la llamada en la madrugada del 18 de febrero de 2022 en la residencia de la calle Marqués de la Hermida en Santander, donde una mujer perdió la vida, encontraron al presunto asesino "notablemente sereno dadas las circunstancias".

Esto fue declarado el martes durante el testimonio en el juicio con jurado contra el acusado por el homicidio de su casera. La mujer había alertado a los servicios de emergencia, indicando que su compañero de piso la tenía "retenida, atada de pies y manos, amordazada y amenazada", advirtiendo que "la iban a matar".

Al ingresar a la residencia, los agentes de policía encontraron a la víctima tendida en su cama, con las manos y los pies atados con tiras de sábanas y un trapo o tela colocado "en la boca", específicamente "alrededor del cuello, frente a la cara". Su cabeza estaba girada, y su rostro mostraba signos de estar "morado y violentado", aparentemente sin "signos de vida".

Los agentes que custodiaron al acusado, de 39 años y enfrentando una solicitud de 20 años de prisión por parte del fiscal (las hijas de la fallecida buscan prisión permanente revisable), relataron que el acusado les confesó que "lo había hecho" (sin especificar qué) porque la mujer le "molestaba" y estaba "harto de ella" y de la "situación" de convivencia.

Expresó a los agentes: "Ya no aguantaba más" y les indicó que podían llevárselo. En ese momento, coincidieron en que estaba "normal" y no mostraba signos de estar alterado, agresivo, nervioso o descontrolado, a pesar del contexto de lo sucedido.

En la segunda sesión del juicio, testificaron cuatro policías y una funcionaria encargada de la inspección ocular esa madrugada. La funcionaria encontró en la habitación del acusado, con antecedentes penales por violencia de género y doméstica, llaves del domicilio, paquetes de tabaco, colillas y elementos relacionados con el consumo de drogas. También notó una sábana recortada y trozos de la misma, similares a los encontrados en la habitación de la víctima.

La habitación de la víctima mostraba restos de "sustancias rojizas" que parecían ser sangre, en la colcha de la cama, la manta y las tiras utilizadas para las ataduras en la boca. La víctima presentaba ataduras en manos y piernas, algunas cortadas por los servicios sanitarios que intentaron reanimarla. El teléfono móvil de la víctima estaba cerca.

En la vivienda, se encontró una navaja que el sospechoso habría utilizado para cortar las sábanas. No se observaron daños significativos en la puerta de entrada, cerrada solo con el resbalón y abierta por los bomberos.

Los policías, alertados por la víctima al 112, llegaron al lugar y, ante la falta de respuesta, contactaron con la vecina de al lado para explorar la posibilidad de acceder desde el piso contiguo, descartando la opción debido al riesgo de caída.

OYERON PISADAS Y AVISARON A LOS BOMBEROS: TARDARON UNOS 20 MINUTOS

Entre tanto, al arrimarse a la puerta, pudieron escuchar "algo", un "leve ruido", como si fuesen "pisadas", que evidenciaba que había alguien dentro del piso. En consecuencia, contactaron con los bomberos, que se desplazaron al lugar -tardaron un cuarto de hora o unos veinte minutos, "incluso algo más", según los agentes-, abrieron la puerta y accedieron en la casa, que estaba "a oscuras".

Una vez dentro, vieron al inquilino de pie al fondo del pasillo, y le introdujeron en su habitación, que era "un desastre. Había absolutamente de todo", ha resumido un policía. En el dormitorio de enfrente, que estaba iluminado, se encontraba la mujer, atada de pies y manos y tumbada sobre la cama, amoratada y sin moverse ni signos de vida, por lo que llamaron para pedir una ambulancia.

Primero llegó una de soporte vital básico y luego una UVI móvil, y aunque los efectivos intentaron reanimar a la víctima, no pudieron hacer nada por salvar su vida.

ASESINATO U HOMICIDIO

La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato y también reclama al procesado, en prisión provisional desde lo ocurrido, una indemnización de 85.200 euros a dos de las hijas de la fallecida, que elevan dicha petición a 110.760 euros.

La defensa argumenta que el acusado ató a la víctima para "consumir droga y después desatarla", y explica que la tapó la boca para que "no gritara y no la oyeran" los agentes. Califica lo sucedido como un homicidio con la concurrencia de la eximente incompleta de alteración psíquica y/o la atenuante de drogadicción.

El juicio continuará este jueves con la declaración de los forenses y peritos.

Horror en Santander: Detalles desgarradores en el juicio por el brutal asesinato de una mujer
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