El canciller de Venezuela, Yvan Gil, anunció la suspensión de las actividades de la oficina técnica de asesoría del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país. Esta decisión se toma tras una revisión integral de los términos de cooperación técnica y debido al impropio papel que ha desempeñado dicha institución.

Gil solicitó que el personal de la oficina abandone Venezuela en las próximas 72 horas, hasta tanto rectifiquen públicamente su actitud considerada colonialista, abusiva y violatoria de la Carta de las Naciones Unidas. Señaló que esta oficina ha sido utilizada como una plataforma internacional para mantener un discurso en contra del gobierno y el pueblo venezolanos, alineándose con grupos golpistas y terroristas.

El comunicado del canciller expresa que la oficina ha mantenido una actitud sesgada y parcializada desde la firma de la Carta de Entendimiento. Criticó que haya procurado constantemente generar impunidad para personas involucradas en intentos de magnicidio, golpes de Estado y otros atentados contra la soberanía nacional.

Gil denunció la falta de condena de la oficina ante el genocidio contra el pueblo palestino, así como su manipulación de hechos para agredir a Venezuela con desinformación. Consideró que estas acciones vulneran la Carta de las Naciones Unidas y los criterios de la Carta de Entendimiento con Venezuela.

El canciller instó a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos a retomar el respeto a la legalidad internacional y reiteró la voluntad del Estado venezolano de cooperar con los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos.

En declaraciones posteriores, Gil esclareció que la oficina ha cuestionado la actuación de instituciones nacionales, lo cual no es tolerado por ningún Estado. Además, denunció la falta de pronunciamiento de la oficina sobre una conspiración abortada contra el presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios del gobierno.