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ARCO 2022: Entre la tradición de la pintura y la novedad del NFT

Celia Sierra.

ARCO 2022: Entre la tradición de la pintura y la novedad del NFT

Celia Sierra.

Madrid, 23 feb (EFE).- ARCO 2022 abre hoy sus puertas convertido en un escaparate de tendencias de arte contemporáneo donde conviven la supremacía histórica de la pintura, nuevos formatos como el NFT, y un particular homenaje a los 40 años de historia de la feria que celebra su aniversario.

La feria abre sus puertas con la sensación de haber dejado atrás lo peor de la pandemia. Desde hoy más de 350 coleccionistas y 200 profesionales de todas partes del mundo pisan por primera vez la feria, unos datos similares a prepandemia.

"ARCO está muy bien de salud", ha explicado Maribel López, directora de la feria, que confía en el alto nivel de este año. En total la feria acoge desde hoy y hasta el domingo las propuestas de 185 galerías de unos 30 países de todo el mundo. La inauguración oficial será mañana con los reyes.

Por primera vez, la feria pide pasaporte covid para acceder al recinto y mantiene la arquitectura de pasillos amplios para evitar las aglomeraciones. La expectación ha sido máxima desde primera hora de la mañana, con una gran afluencia de público.

BIENVENIDOS AL MUSEO ARCO

La feria se da este año un sentido homenaje a su historia en el apartado 40+1, una suerte de "museo imaginario" en el que se puede ver una veintena de artistas que han sido, junto con sus galerías, fundamentales a lo largo de historia de la feria.

Cuando ARCO abrió, allá por 1982, la feria era el único lugar de España en el que se podía disfrutar de arte contemporáneo como el de Mario Merz, el más destacado artista del movimiento povera, y del que hoy se puede ver uno de sus famosos iglús, que la galería Giorgio Persano propone junto a una estructura metálica de Susan Solano.

"Es incomprensible que muchas de estas piezas no estén en colecciones públicas", dice a Efe Sergio Rubira, comisario de esta sección.

El objetivo de este espacio, reconoce, era crear una especia de "pequeño museo" que revisara la historia de la feria, en él han participado galerías que han estado desde el principio y que han sido "embajadoras" de ARCO en el extranjero.

Juana de Aizpuru, pionera de la feria, aporta obras de Dora García y Rogelio López Cuenca; la francesa Lelong de Etel Adnan y Nancy Spero, y Chantal Crousel a Mona Hatoum. Helga de Alvear porpone una serie de piezas vegetales de Karin Sander que se irán pudriendo a medida que avance la feria.

"Poco a poco la gente ha aprendido a ver arte contemporáneo aquí", dice a Efe Helga de Alvear, que no ha faltado a ninguna de sus ediciones, primero con Juana Mordó y desde 1995 bajo su nombre.

A algunas galerías no les apasionan los días dedicados al público general -cuando menos negocio se hace-, pero a ella, que tiene 85 años y es toda una institución, le parecen fundamentales. "Es educación", zanja.

Una de las piezas más especiales de este pequeño museo y también la única que no se vende es un cuadro de la pintora realista María Moreno, mujer de Antonio López y fallecida hace unos años. Se trata de una vista de su estudio que estuvo en la primera edición de ARCO, en 1982, y que el pintor ha prestado para su exposición.

MÁS PINTURA, MENOS FOTOGRAFÍA

La pintura vuelve a ser la estrella de la feria, este año con un acento más nacional que ediciones anteriores. La pieza más cara por el momento es un Miró (dos millones de euros), titulado "Vol d'oiseaux entourant la jaune d'un éclair".

En el pabellón 7, el de las galerías consagradas, se puede ver a Chillida, Tàpies, Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo, Dario Villalba, Equipo 57, Ibarrola o Eduardo Arroyo. También hay alguna escultura de gran calibre, como un colchón de Tàpies en Leandro Navarro por 275.000 euros, y varios piezas de Oteiza.

En Malborough Madrid han unido este año fuerzas con las sedes en Londres y Nueva York y han traído piezas de Paula Rego -una de sus series sobre el aborto, por 850.000 euros- y de Frank Auerbach -605.000 euros-.

En el pabellón 9, Senda de Barcelona cuenta con una escultura de Jaume Plensa por 500.000 euros. Y galerías como Elvira González trae una impactante instalación de Olafur Eliasson que comparte con la galería Neugerriemschneider y que hoy era una de las principales atracciones de la mañana.

"La pintura nunca ha desaparecido de ARCO, siempre ha estado muy presente. Comercialmente es la forma de arte más exitosa", según palabras de Maribel López.

EL BOOM NFT, TAMBIÉN EN ARCO

Los NFT (Non Fungible Tokens), la gran sorpresa del año pasado en el mercado del arte que alcanzó precios estratosféricos, están también presentes en ARCO aunque son pocas las galerías que apuestan por ellos.

La galería Fernando Pradilla se ha lanzado este año a este nuevo mercado con dos obras del colombiano Álvaro Barrios, un pintor presente en colecciones importantes internacionales que a los 70 años prueba suerte en nuevas corrientes.

"Realmente no sabemos si va a atraer al coleccionista tradicional o al modelo de inversor bitcoin, veremos", dice Elena Fernández, directora de la galería. Ambas piezas, que rondan los 10.000 euros se pueden ver en una pantalla.

Lele H. Colomer, de la Galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife, también cuenta con varios NFT en su propuesta para la feria de la artista estadounidense Emily Meringolo.

Los ha traído animada por la novedad, a los coleccionistas tradicionales no les suele interesar pero sí a los más jóvenes. También reconoce a Efe que quienes más preguntan por este tipo de obras en la feria son los periodistas. EFE

csr/icn

(foto)(vídeo)

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