Pablo Iglesias, ex líder de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno, ha generado controversia al defender la necesidad de tener "empatía" con los presos de ETA que han cometido crímenes en el pasado. Esta postura viene tras la participación de la actriz Itziar Ituño en una manifestación en Bilbao que pedía la excarcelación de miembros de la banda terrorista ETA.

Iglesias ha respaldado a Ituño, compartiendo un artículo del medio Canal Red, donde la periodista Carmela Negrete defiende la actuación de la actriz, argumentando que desde la disolución de ETA en 2018, los crímenes de la banda deberían ser considerados historia. Negrete critica la decisión del concesionario BMW Lurauto de finalizar su colaboración con Ituño, describiéndola como una reacción excesiva y desproporcionada.

La manifestación en la que participó Ituño fue convocada por Sare y Etxerat, colectivos de apoyo a los presos de ETA. La participación de Ituño en este evento ha sido criticada por diversos sectores de la sociedad, incluyendo a víctimas del terrorismo y políticos de diversas ideologías. Sin embargo, Iglesias y otros miembros de Podemos han mostrado su apoyo a la actriz, argumentando que su participación es un ejercicio legítimo de libertad de expresión.

El artículo compartido por Iglesias también hace un paralelo entre la actitud de BMW y los crímenes cometidos por empresas durante la Segunda Guerra Mundial, cuestionando la moralidad de juzgar acciones pasadas con criterios actuales. Según Negrete, la participación de Ituño en la manifestación debería ser vista como un acto en pro de la democracia y la paz social.

Además, Iglesias y Negrete critican la actitud de BMW por su historia durante la época nazi, sugiriendo que la empresa debería ser más comprensiva con los errores del pasado y fomentar la reconciliación en lugar de perpetuar el conflicto. También se menciona la situación de los presos de ETA, argumentando que deben ser tratados con empatía y comprensión para avanzar hacia una sociedad más justa y reconciliada.

Esta defensa de Iglesias a Ituño ha provocado reacciones encontradas, con algunos sectores apoyando su postura y otros criticándola por considerarla una falta de respeto a las víctimas del terrorismo de ETA. El debate sigue abierto en la sociedad española, reflejando las tensiones aún existentes en torno a la historia reciente del país y el legado de ETA.