El panorama político en el País Vasco se presenta dividido tras los recientes comicios autonómicos. Con el 84,64% de los votos escrutados, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu se encuentran en un empate técnico con 27 escaños cada uno, aunque los jeltzales lideran en votos. Este resultado marca un posible cambio de alianzas o la continuación de la coalición actual, con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) jugando un rol decisivo en la formación del nuevo gobierno.

Cambios Significativos en el Parlamento: El PNV, aunque sigue siendo la fuerza más votada, sufre una pérdida de cuatro escaños respecto a la legislatura anterior, mientras que EH Bildu gana seis, consolidándose como una significativa fuerza de oposición o potencial liderazgo. Por su parte, el PSE-EE mejora su posición al obtener dos escaños adicionales, sumando un total de 12, lo que podría ser crucial para formar una mayoría.

El PP logra un escaño más respecto a 2020, situándose con siete representantes, mientras que Sumar hace su debut en el Parlamento Vasco con un escaño. Contrariamente, Elkarrekin Podemos desaparece de la cámara, lo que refleja un reajuste significativo en el espectro político de izquierda en la región.

VOX logra mantener su presencia con un escaño, a pesar de las fluctuaciones en su popularidad a nivel nacional.

Contexto Electoral y Participación: La participación en estas elecciones ha sido del 62,8%, una considerable disminución en comparación con el 50,78% de 2020. Esta cifra refleja un mayor interés de la población en estos comicios, posiblemente motivado por los intensos debates y los significativos cambios en el panorama político vasco.

Implicaciones para la Gobernabilidad: Con los actuales resultados, el PNV y el PSE-EE podrían reeditar su coalición y alcanzar la mayoría absoluta necesaria para gobernar, contando con un total combinado de 39 escaños. Sin embargo, las negociaciones prometen ser complejas, con EH Bildu posicionándose fuertemente como una alternativa de gobierno.

Reacciones y Próximos Pasos: Los líderes de las principales formaciones han comenzado ya a esbozar sus estrategias postelectorales. Mientras el PNV apela a la continuidad y estabilidad, EH Bildu se muestra abierto a dialogar para formar un gobierno progresista. El PSOE, por su parte, se posiciona como la fuerza determinante, reiterando su disposición a negociar para garantizar un gobierno estable que continúe las reformas iniciadas en legislaturas anteriores.