Tras el paréntesis con motivo del Concurso de San Isidro toda la atención vuelve a centrarse en la competición liguera. La División de Honor tiene programada una doble jornada, que se prevé muy interesante, tras la cual solo quedará una jornada para el final de la primera vuelta.

La igualdad existente, tanto por la parte alta, con cinco equipos en un solo punto, como por abajo, donde la lucha por el descenso va a ser muy dura, puede empezar a aclararse, principalmente porque hay choques directos. Uno de ellos se celebró ayer en Cerrazo donde J. Cuesta consiguió un trabajado triunfo (4-2) frente a Torrelavega, en un partido largo, debido a que de los seis chicos disputado solo uno se cerró de primeras e incluso otro necesitó tres tiradas. Este choque no fue más que otro ejemplo de lo que está ocurriendo toda la temporada en que a todos los equipos les está costando mucho cerrar los partidos y cada chico se lucha hasta la última bola. Con este resultado, J. Cuesta logra su quinta victoria y se afianza en una cómoda sexta posición, mientras que Torrelavega, que encajó su quinta derrota, se queda en la zona templada de la tabla. Para esta tarde están previstos otros tres partidos en los que estarán involucrados cuatro de los cinco ‘gallos’.

En la bolera Mateo Grijuela, a partir de las 19.30 horas, Peñacastillo recibe al líder Hermanos Borbolla Villa de Noja. La primera posición de la tabla está en juego, dependiendo siempre del resultado final, porque en caso de victoria para los locales pasarán a los visitantes, que si ganan se irán dos puntos por encima de los actuales campeones. Un empate dejará, lógicamente, las cosas igual. Pero tanto Peñacastillo como Borbolla no solo deberán estar pendientes de lo suyo, sino que también pondrán un ojo en Cerrazo, donde J. Cuesta tendrá como rival (19.00 horas) a un Casa Sampedro, que buscará la victoria para no perder comba en la cabeza y que depende de lo que pase en Santander tiene opciones de volver a la primera plaza. Por su parte, también aspira al liderato Camargo, que debe hacer los deberes (19.00 horas) ante un Ribamontán al Mar, que no quiere ‘regalar’ nada para no complicarse la situación, y al mismo tiempo debe esperar a ver que ocurre en los otros choques.