La estresante vida en las grandes ciudades, el cansancio del turismo de sol y playa, el ocio excesivo, el trepidante ritmo de vida acompañado de la tensión y el estrés del día a día, hace que se insista en la búsqueda de la tranquilidad a través del reencuentro con la naturaleza. Es por ello que los balnearios están de moda otra vez, no es que se haya vuelto a su esplendor, pero el estilo de vida que tenemos hacen que elijamos estos destinos para disfrutar y relajarnos. En el caso de Cantabria, contamos con seis de los mejores balnearios a los que puedas acudir, con diferentes ofertas, espacios y localizaciones que te ayudarán a completar una visita única.

El balneario de la Hermida, situado en Peñarrubia, en pleno desfiladero de La Hermida, un lugar que si vienes a Cantabria o eres de aquí, tienes que visitar si o sí, y de paso relajarte en este lugar que abrió sus puertas en 2006 tras una remodelación. Por un lado está la zona húmeda, con 11 bañeras de hidromasaje, aerobaño y cromoterapia, también se podrá disfrutar de envolvimiento en algas y lodo marino. La segunda estancia es el área termolúdica, un circuito con piscina termal dinámica, jacuzzi, batería de cinco duchas, pediluvio de marcha, baño frío, terma romana, sauna seca, rocío frío, baño Hermida y gruta termal natural, una combinación perfecta de ocio y descanso. Y, finalmente, la zona seca, con consultas médicas, fisioterapia, gimnasio, masajes, cabinas e hidroterapia. Una amplia oferta que seguro, te hará repetir.

Otro de los más representativos, es el balneario de Puente Viesgo, situado en la cuenca del río Pas, en el pueblo que lleva el mismo nombre. Sus cuevas, así como el entorno paisajístico de la zona lo convierte en un lugar idóneo para descansar. Este balneario, debido a sus aguas cloruradas, sódicas, bicarbonatadas y cálcicas, se centra en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, diabetes, varices, dolencias respiratorios, reuma… Ofrecen multitud de tratamientos y servicios como baños termales, de burbujas, de algas, de sales del mar Muerto o hidromasaje. A parte de ello, oferta las técnicas más modernas, chorros a presión, sauna termal, barros marinos, parafango, pulverizaciones. Sin embargo, destaca su Templo del Agua, con más de 2.000 metros cuadrados donde se realiza un circuito termal con piscinas, cascadas, jacuzzis, ríos contracorriente y con la novedad de la piscina de flotación.

En tercer lugar, el balneario de Solares, un centro clásico del norte de España. Formado por una arquitectura de estilo romántico, su interior está dotado con unas modernas instalaciones hidrotermales. Al igual que en Puente Viesgo, las son bicarbonatadas, clouradas, cálcicas y sódicas y están recomendadas para tratamientos metabólicos, diuréticos y de sistema nervioso. En él se utilizan las técnicas de baños termales, hidromasajes, duchas, barros, lodos y tratamientos de belleza, presoterapia y masajes. A diferencia de los anteriores, este balneario completa su oferta con un balneario infantil, así como salas para distintos tratamientos corporales y faciales.

Situado en la localidad de Liérganes, encontramos el Balneario de Liérganes. Construido a principios de siglo, tiene el honor de haber contado entre su clientela con reyes, y además completa su magia al estar rodeado de un parque de árboles centenarios. En este balneario se practican una treintena de técnicas termales diferentes, se tratan dolencias como alergias, asma, artrosis, recuperación de fracturas, psoriasis y acné, además de tratamientos antiestrés y antitabaco. Asimismo ofrece numerosas técnicas termales como baños (general, de burbujas, hidromasaje, sedante, de esencias, de leche y de vapor), ducha circular y escocesa, chorros, lodos marinos, parafangos y envolvimiento de algas, entre otros. El abanico de masajes es también bastante amplio, completo, parcial, reflexoterapia, drenaje linfático, facial, anticelulítico, masaje bajo el agua y masaje espumante.

El Balneario de las Caldas de Besaya, que conserva todo el sabor de antaño, se ubica en la localidad del mismo nombre. Se trata del balneario más antiguo de cuantos se encuentran en funcionamiento en la región, que conserva todo el encanto de un balneario tradicional. Los beneficios de las aguas de las Caldas, conocidas desde la época romana, han alcanzado tanto prestigio que incluso fueron utilizadas por la reina Isabel II, cuya bañera hoy aún se conserva. Se trata de aguas cloruro-bicarbonatadas, sódicas, azoadas y fuertemente radiactivas, entre los tratamientos y servicios que ofrece destacan los baños y chorros termales, inhalaciones directas, pulverizaciones de agua termal, sauna termal, ducha circular y baño de burbujas. También disponen de servicios de masajes, en los que se incluyen el masaje subacuático y ducha vichy.

Finalmente, en pleno valle de Toranzo, encontramos el Balneario de Alceda. Su manantial de aguas sulfurosas es considerado el más caudaloso de Europa, y sus propiedades están especialmente indicadas para tratamientos dermatológicos, respiratorios y de relajación, además de estéticos, reumatológicos y alérgicos, siempre bajo control médico. Entre los tratamientos que se ofrecen en el Balneario de Alceda destacan los baños termales y de hidromasaje, ducha natural, pulverizaciones, inhalaciones nasales, jacuzzi, sauna, barros, parafangos, masajes relajantes y terapéuticos y drenaje linfático.