Estas de visita en Cantabria o eres de los que no la conoces del todo. Pues si quieres conocer más sobre Cantabria y su historia, no puedes perderte algunos de los rincones con más historia. Potes, Fuente Dé o Santo Toribio de Liébana son algunos de los destinos preferidos de los turistas que recorren la comunidad.

Además de recorrer todas las callejuelas empedradas de la capital del valle, tampoco te puedes ir sin acercarte al monasterio, a la Iglesia de San Vicente, o a los pueblos de Bejes y Mogrovejo.

Si quieres acercarte más al corazón de los Picos de Europa, te recomendamos subir al teleférico de Fuente Dé, reabierto tras un mes en el que su actividad cesó por averías en los raíles.

A continuación, te mostramos algunos de los puntos clave que ver en la comarca de Liébana.

Potes

Es considerado uno de los pueblos más bonitos de Cantabria y de España. Sus callejuelas de piedra y caseríos lo hacen un lugar de cuento.

De hecho, su nombre viene por ser conocido como el valle de los puentes y de las torres, de las que destacan la del Infantado, construida en el siglo XV y perteneciente al Duque de Santillana; la de Orejón de Lamas y la del Capitán.

En Potes, puedes ver también la Iglesia de San Vicente, nombrada Monumento Histórico Artístico y formada por dos templos. Uno construido en el siglo XIV y otro a finales del XIX.

Probablemente, llegarás sin darte cuenta a la Plaza del Capitán Palacios. Es el centro neurálgico del pueblo y está rodeado de soportales con variados comercios de souvenirso bares y restaurantes.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana

De camino a Potes, se encuentra uno de los lugares santos de peregrinación cristiana, de la talla de Santiago de Compostela o Roma.

Con motivo del Año Jubilar Lebaniego, la Puerta del Perdón se abre a todos los peregrinos que realizan el camino.

Además, aquí se ubica el fragmento de mayor tamaño de la Cruz de Jesucristo, llamado Lignum Crucis.

El monasterio se fundó en el siglo VI y, la actual iglesia, data del siglo XIII. Aquí vivió el conocido Beato de Liébana, donde escribió la obra “Comentarios al Apocalipsis”.

Actualmente, se realizan visitas guiadas gratuitas al interior de la Iglesia, el LignumCrucis y se recorre el claustro. Además, se realiza una Misa del peregrino todos los días a las 12:00 horas.

Fuente Dé

Las cabinas del teleférico suben desde el valle hasta lo más alto, con el fin de apreciar las inmensas vistas que ofrecen los Picos de Europa.

Te sorprendería saber que, para llegar, has de montar en el teleférico más largo de Europa de tramo único. Tal vez, el suelo desaparezca poco a poco a gran velocidad y, a medida que te acercas a las rocas calizas del macizo oriental, la sensación de vértigo es irrepetible.

Al llegar, un balcón se asoma al vacío. Es el mirador de El Cable. Picos, montes y cordilleras se alzan hasta llegar a la cumbre. Desde aquí, cuatro provincias se asoman: Palencia, Asturias, Cantabria y León.

Puedes optar por bajar de nuevo al punto de inicio, o comenzar a realizar una ruta de senderismo para disfrutar del paisaje que te rodea. Las rutas más famosas son la de Hordados Rojos o la de Puertos de Aliva. Ambas suman más de 25 km de camino entre hayas, robles y algún que otro animal que viva en los montes de la comunidad.

Bejes

Si algo tiene de especial este pueblo es su queso. Aquí es donde se produce uno de los quesos más famosos del país, el Queso Picón Bejes-Tresviso. Además de probarlo, también merece la pena apreciar este pueblo antiguo de piedra rodeado de montañas que aguardan aún la vida rural.

Mogrovejo

En esta pequeña aldea, se rodó en 2016 la película “Heidi, la reina de la montaña”. Por ello, es considerado un “pueblo de película”, como indican sus carteles al llegar.

También le preside una torre medieval del siglo XIII y, a su alrededor, casonas típicas del Valle de Liébana, con cuadras y pajares en la parte baja que aísla el piso superior; además de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la casona Vicente de Celis, ambas del siglo XVI.

De estructura medieval, Mogrovejo destaca por sus casa escalonadas con la torre que culmina en lo alto, y el macizo de Ándara detrás.