El eclipse solar de este lunes cautivó a las multitudes en California, sumiendo brevemente en oscuridad una franja del estado y ofreciendo un espectáculo celeste raramente visto.

Desde el Observatorio Griffith en Los Ángeles, hasta los espacios abiertos de Bee Cave en Texas, miles de espectadores, equipados con gafas especiales, se reunieron para observar cómo la luna se interponía entre la Tierra y el sol. Este fenómeno, conocido como eclipse solar total, es uno de los eventos astronómicos más impresionantes y accesibles para el gran público.

En el Instituto de Tecnología de California, la emoción era palpable. Familias enteras, como los hijos de Bhavini Lad, un ingeniero aeroespacial, esperaron con impaciencia para recoger sus gafas protectoras. Lad, destacando la importancia de la seguridad, instruyó a sus niños sobre cómo observar el eclipse sin riesgos.

La ruta del eclipse comenzó en el Océano Pacífico Sur y cruzó diagonalmente hacia el noreste a través de México, Estados Unidos y Canadá, afectando a más de 30 millones de estadounidenses. En lugares como Texas y Maine, el eclipse fue total, con la luna cubriendo completamente el sol y creando un breve periodo de oscuridad en pleno día.

Sin embargo, en Los Ángeles, la experiencia fue de un eclipse parcial, con la luna cubriendo solo alrededor del 50% del sol. Aunque el cielo no se oscureció completamente, hubo una leve caída en la temperatura y una atmósfera especial mientras la ciudad seguía bajo una luz solar atenuada.

Kenneth E. Phillips, curador de ciencia aeroespacial en el Centro de Ciencias de California, explicó que aunque el eclipse no fue total en Los Ángeles, el enfriamiento se debió a que "sólo recibíamos aproximadamente la mitad de la energía del sol".

Este evento marcó el último eclipse solar total visible desde los Estados Unidos contiguos hasta el año 2044, con el próximo eclipse solar parcial esperado en Los Ángeles para 2029. El fenómeno no solo ofreció un espectáculo visual, sino también una oportunidad educativa y un recordatorio del impresionante dinamismo del sistema solar.

Los científicos aprovecharon la ocasión para recoger datos valiosos sobre el sol y la corona solar, mientras que para muchos, simplemente fue una oportunidad para maravillarse con los ritmos naturales del cosmos, que continúan fascinando y uniendo a las personas a través de la experiencia compartida de los eclipses.