28.04.2024 |
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MEMORICA HISTÓRICA

La extrema izquierda recuerda el bombardeo nazi en Santander de hace 87 años de manera sesgada y partidista

El acto organizado por la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria es cuestionado por recordar selectivamente a las víctimas

Homenaje a las víctimas del bombardeo de Mendicouague. / alerta
Homenaje a las víctimas del bombardeo de Mendicouague. / alerta
La extrema izquierda recuerda el bombardeo nazi en Santander de hace 87 años de manera sesgada y partidista

El 27 de diciembre, Santander fue testigo de un emotivo homenaje a las víctimas del bombardeo nazi ocurrido en la misma fecha de 1936. Organizado por la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria, el acto, realizado en el parque de Mendicouague, incluyó una instalación de 69 lápidas de cartón y una performance simbólica. A pesar de su naturaleza conmovedora, el evento ha generado críticas por su enfoque que, según detractores, omite una visión completa y equitativa de la historia.

La controversia se centra en la percepción de que el homenaje sólo honra a un sector de las víctimas de la Guerra Civil, excluyendo otras tragedias y sufrimientos del conflicto. La negativa del Ayuntamiento de instalar una placa conmemorativa fue descrita por los organizadores como un acto de "negligencia hacia la memoria histórica". Jorge Suárez, de la asociación Héroes de la República y la Libertad, criticó esta decisión en su discurso, afirmando que "negar un lugar de memoria en la ciudad es perpetuar la injusticia".

Los asistentes, entre ellos una superviviente y familiares de los fallecidos, escucharon un manifiesto que estableció paralelismos entre el bombardeo de 1936 y la situación actual en Palestina, lo cual ha incrementado la polémica. "Siempre afectan a la sociedad civil y a los más vulnerables", fue una de las frases del manifiesto, que ha sido objeto de debate por su pertinencia y precisión histórica.

La focalización en la clase trabajadora como principal afectada por el bombardeo, y la exclusión de otras narrativas, ha llevado a algunos a cuestionar la objetividad y la intención del evento. "Este acto no representa a todas las víctimas de la guerra; ignora a muchos que también sufrieron y murieron", comentó un crítico local, quien prefirió mantenerse anónimo.

José Emilio Pelayo, hijo de una superviviente, compartió su historia personal y la de su familia, marcada por el exilio y el silencio. "Nunca el olvido de la infamia, de la locura y del silencio que ha vivido en mi casa casi toda la vida", expresó Pelayo, destacando la importancia de recordar el sufrimiento humano más allá de las ideologías.

La Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria, al enfrentar estas críticas, se encuentra ante el desafío de adoptar un enfoque más inclusivo y representativo de la historia. La asamblea abierta programada para el 20 de enero podría ser una oportunidad para abordar estas inquietudes y fomentar una memoria histórica más amplia y equilibrada.

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