Vox en el Ayuntamiento de Santander ha vuelto a denunciar "la guerra al vehículo privado" por parte del equipo de Gobierno PP-Cs y concretamente ahora que el concejal de Movilidad Sostenible, César Díaz (PP), "ha confesado su intención de impedir el acceso a Santander de los 90.000 vehículos que llegan diariamente a la ciudad procedentes de otros municipios", según esta formación.

En un comunicado, el portavoz de Vox, Guillermo Pérez-Cosío, ha cuestionado al respecto que, "con unos servicios de Cercanías de tren cada vez más degradados y unos autobuses más contaminantes que los propios coches que se quieren sustituir, nadie aclara cómo llegarán a Santander quienes antes utilizaban su vehículo para hacerlo y ahora parece que se les desea dejar en casa".

Para el edil, la solución tampoco pasa por los aparcamientos disuasorios "cuando lo urgente es revitalizar el centro de la ciudad y solucionar el grave problema de plazas que ya tiene".

Asimismo, ha insistido en que en el Ayuntamiento de Santander "se aplican las políticas de la izquierda más radical en materia de movilidad para expulsar al coche de la ciudad".

Lo que hasta ahora era solo una "inofensiva utopía de la izquierda", este equipo de Gobierno "de derechas" lo está transformando en una "dramática realidad" cuya consecuencia última será la "desaparición de la actividad económica", ha afirmado el concejal.

El PP, además, "vuelve a faltar a su palabra", ya que en el Pleno de agosto se aprobó una moción para llevar a la mesa de movilidad la propuesta de Vox de elaborar un plan de aparcamiento "y ahora se demuestra que solo fue una maniobra para ganar tiempo, como ha ocurrido con otras iniciativas aprobadas con anterioridad".

El edil ha vuelto a reclamar que "se compensen de inmediato las plazas de aparcamiento que eran necesarias para vecinos y visitantes y que, sin embargo, el Ayuntamiento ha venido suprimiendo en los últimos años en beneficio de unos carriles bici cuya utilidad es muy dudosa".

Pérez-Cosío apuesta por crear más aparcamientos, subterráneos o en altura, en las proximidades del centro, como soporte de la actividad económica y de ocio "que es necesario impulsar y no dificultar, porque es lo que da de comer a las personas".

"Como ocurre en otras muchas ciudades es totalmente viable que el vehículo privado conviva con el transporte público, la bicicleta y la caminata a pie, algo que en Santander no se quiere entender y que causará graves perjuicios a nuestra economía", ha finalizado Pérez-Cosío.