29.04.2024 |
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Los lobos atacan de nuevo en Polientes matando a dos perros en una cacería

Los lobos matan dos perros a una cuadrilla que cazaba el jabalí en Polientes. El jefe de la cuadrilla de cazadores, José Manuel Gutiérrez, conocido por sus allegados como ‘Guty’, afirma que «no vamos a poder ir a ninguna parte»

Laya Gutierrez, hija de José Manuel, junta a su perra, ‘Chini’. y José Manuel ‘Guty’, junto a su perra ‘Rusla’. / Saja
Laya Gutierrez, hija de José Manuel, junta a su perra, ‘Chini’. y José Manuel ‘Guty’, junto a su perra ‘Rusla’. / Saja
Los lobos atacan de nuevo en Polientes matando a dos perros en una cacería

En los idílicos paisajes de Cantabria, donde la caza es una tradición arraigada, los ataques de lobos a animales domésticos han sido lamentablemente comunes. Sin embargo, la noticia reciente de que estos depredadores han dirigido su agresión hacia perros de caza ha encendido las alarmas en la comunidad cazadora local. La cuadrilla de jabalineros liderada por José Manuel Gutiérrez Cosío vivió en carne propia esta preocupante realidad el pasado domingo 21 de enero durante una batida de jabalí en Polientes.

El suceso, que tuvo lugar en un prado próximo a las casas de la localidad de Espinosa, ha generado un intenso debate entre cazadores y residentes locales. José Manuel Gutiérrez, visiblemente afectado por la tragedia, compartió los detalles del incidente. Según su relato, una manada de lobos atacó a dos perros de caza que participaban en la jornada a unos 600 metros del pueblo. Al llegar al lugar, Gutiérrez lamentablemente encontró a una de las perras ya fallecida. El cazador expresó su consternación ante la creciente presencia de lobos en la zona y señaló la peligrosidad que representa para los cazadores. «La zona está llena de lobos. ¡No sé a dónde vamos a ir a parar, ya corremos peligro hasta los cazadores!», exclamó con preocupación. Añadió que una de las perras pertenecía a su hija de 9 años, quien suele acompañar a su padre en las batidas. Afortunadamente, no estaba presente en este fatídico día, pero Gutiérrez expresó que si hubiera presenciado el ataque, su hija podría haber quedado traumatizada y se verían obligados a abandonar la caza.

Este trágico episodio ha suscitado inquietud no solo entre los cazadores, sino también entre los vecinos del lugar. La proximidad del ataque a las casas de Espinosa ha generado un debate sobre las medidas necesarias para abordar la creciente presencia de lobos en áreas habitadas. José Manuel Gutiérrez, un apasionado de la caza mayor y presidente de la cuadrilla número 136 que opera en la Reserva Regional de Saja con categoría regional, resaltó la necesidad de dar a conocer estos hechos a la opinión pública. Su testimonio destaca la nueva amenaza que representan los lobos para los cazadores y sus compañeros caninos, planteando interrogantes sobre la seguridad de quienes disfrutan de esta práctica ancestral. La cuadrilla de Gutiérrez ha tenido un rendimiento destacado en la actual campaña venatoria, realizando exitosas batidas en los montes de Rozalén y Mozagro en la comarca de Cabuérniga. Sin embargo, los recientes ataques de lobos durante las cacerías generan incertidumbre y preocupación entre los cazadores locales, quienes ven amenazada su actividad por la presencia de estos depredadores. Este no es el primer encuentro entre lobos y cazadores en Cantabria. Previamente, los lobos ya habían causado estragos en el ganado doméstico, pero la novedad es que ahora actúan durante las cacerías, donde participan un gran número de cazadores con sus perros. Este cambio de comportamiento de los lobos agrega un nivel adicional de complejidad a la gestión de la fauna y plantea interrogantes sobre cómo garantizar la seguridad de los cazadores y sus canes. En la reserva cántabra, aproximadamente un centenar de cuadrillas locales, regionales y nacionales participan en la caza del jabalí en montería. La presencia de lobos en estas áreas destinadas a la caza plantea un desafío significativo para los cazadores, quienes deben lidiar con el equilibrio entre la conservación de la fauna y la seguridad de su propia actividad. En un escenario donde la caza es una tradición arraigada, la comunidad de cazadores en Cantabria enfrenta una nueva realidad que requiere atención y soluciones prácticas para garantizar la coexistencia armoniosa entre la vida salvaje y las actividades cinegéticas.

Los lobos atacan de nuevo en Polientes matando a dos perros en una cacería
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