La variante de Sarón, un proyecto de infraestructura vial destinado a mejorar significativamente la circulación y la calidad de vida de los residentes en el valle cayonés, ha dado un paso crucial con la reciente firma de las actas previas de expropiación. Este proyecto, que ha estado en discusión durante años, finalmente avanza hacia su materialización con la formalización de las expropiaciones necesarias para la construcción del tramo planificado.

El trazado de la variante, que bordeará el núcleo urbano de Sarón, tiene una extensión de poco más de tres kilómetros y se espera que alivie significativamente la congestión del tráfico en una zona de importante actividad económica y residencial. Con un presupuesto que supera los 17 millones de euros, este proyecto se erige como una inversión crucial para mejorar la infraestructura vial en la región.

Las autoridades competentes, encabezadas por la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento correspondiente, han llevado a cabo una serie de reuniones con los propietarios de las fincas afectadas por las expropiaciones, con el objetivo de llegar a acuerdos favorables para ambas partes y garantizar un proceso justo y transparente.

La alcaldesa de Santa María de Cayón, Pilar del Río, ha destacado la importancia estratégica de esta variante, describiéndola como un proyecto que no solo mejorará las comunicaciones en la región, sino que también contribuirá al desarrollo económico y social del valle. Del Río reconoce, sin embargo, la preocupación que este tipo de proyectos puede generar en ciertos sectores, especialmente en el comercio local, y se compromete a tomar medidas correctoras si fuera necesario para mitigar cualquier impacto negativo.

Por su parte, los vecinos y propietarios afectados han expresado una mezcla de sentimientos ante las expropiaciones, entendiendo la necesidad de la infraestructura vial pero preocupados por las posibles consecuencias para sus propiedades y negocios. Algunos han destacado la importancia de recibir una compensación justa por las tierras expropiadas, mientras que otros han expresado su deseo de que el proyecto se lleve a cabo con el menor impacto posible en sus vidas y medios de subsistencia.

En este contexto, se espera que la construcción de la variante de Sarón se convierta en un punto de inflexión para la movilidad y el desarrollo regional, pero también se reconoce la importancia de abordar las preocupaciones y necesidades de todas las partes involucradas en el proceso. Con la firma de las actas previas de expropiación, se da un paso firme hacia la realización de este proyecto, que se espera beneficie a toda la comunidad del valle cayonés en el futuro cercano.