20.04.2024 |
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RACING DE SANTANDER

José Alberto: «Tenemos que ser más valientes»

José Alberto entiende que a su equipo le faltó desparpajo ante el Tenerife tanto con balón como sin balón | Cree que han de presionar más altos y agresivos y ser un equipo «más dominador» | Se está chocando con las carencias del pasado

José Alberto, durante el partido del pasado viernes noche. / RRC
José Alberto, durante el partido del pasado viernes noche. / RRC
José Alberto: «Tenemos que ser más valientes»

El Racing no está siendo lo que había prometido ser desde la llegada de su nuevo entrenador. José Alberto habló de un equipo que supiera qué hacer con el balón cuando lo tenía en su poder, que fuera capaz de ser protagonista a partir de la posesión, que fuera agresivo cuando no la tiene y capaz de robar lejos de su área. Es cierto que no es lo mismo hablar que trasladar lo dicho a la realidad, pero en los primeros partidos con el nuevo técnico al frente verdaderamente se vio un cambio prometedor e ilusionante que, además, daba puntos. En los últimos ya no. Algo ha sucedido. Quizá se ha agotado el efecto que se produce siempre cuando hay un cambio de técnico, pero están reapareciendo síntomas que parecían haberse quedado atrás.

Como en Vitoria, el Racing estuvo el viernes espeso, pastoso, sin ideas e incluso sin capacidad cuando tenía el balón. Para colmo, apenas se vio a un equipo capaz de presionar alto y en seguida se refugió en un bloque bajo que incluso le dificultaba la posibilidad de generar contragolpes. Ni iba ni volvía. No salió a provocar que pasaran cosas y eso supone una pequeña decepción porque parece una vuelta a las andadas en toda regla. De hecho, los jugadores que parecía que habían resucitado con la llegada del nuevo entrenador, parecen haberse metido de nuevo en la cueva. Algo pasa que no funciona.

Lo mejor es que José Alberto no lo oculta, sino que lo reconoce. «Para salir de esta situación en la que estamos y cumplir el objetivo, tenemos que ser más valientes tanto con balón como sin balón». Lo dijo una vez terminado el encuentro contra el Tenerife, un envite que era importante para intentar escapar del agujero y, sobre todo, para evitar que se escape el siguiente vagón del tren. Al final, todo quedó como estaba entre los dos contendientes, a los que les separan cinco puntos, porque firmaron tablas. Y no se pudo ir nadie contento a casa porque no fue un empate ilusionante del que sacar pecho, sino un empate preocupante por los síntomas plasmados sobre el terreno de juego.

Parecía que el nuevo Racing iba a ser más capaz con balón, que iba a saber qué hacer con él y que iba a apostar por generar fútbol partiendo incluso de su propia área, pero lo cierto es que el pasado viernes noche le costó superar líneas. No fue capaz de llevar buenos balones a sus jugadores más talentosos, a los de arriba, a los que son capaces de alterar el guión. Tampoco éstos ayudaron porque las bandas estuvieron prácticamente desaparecidas, con Mboula e Íñigo Vicente sin capacidad de ejercer protagonismo o dotar de profundidad al colectivo. Todo fue muy plano. Sobre todo en el primer tiempo, el balón apenas le duró en su poder y eso hizo que se jugara casi constantemente en campo propio.

En principio, es algo que no le gusta a José Alberto porque tras el encuentro recordó que deberían «conseguir ser un equipo más dominador, un equipo que enlace más pases para encontrar a los jugadores ofensivos en mejores condiciones». Pocas veces sucedió. Ante esa incapacidad, siempre queda convertirse en un equipo agresivo sin la posesión y capaz de robar y construir rápidamente una acción ofensiva. Sin embargo, tampoco lo fue. Así, el entrenador ovetense lamentó que la jugada del gol no se hubiera repetido más veces porque entiende que es el camino a seguir cuando sus hombres no tienen la posesión.

«La jugada del gol hay que repetirla más veces. Tenemos que ser capaces de pasar del bloque medio al bloque alto, ser intensos y agresivos», resumió. A su equipo le está costando en sus últimas apariciones públicas. La imagen que está dando es similar a la que venía dando antes de su llegada y eso es poco recomendable. Entiende que si es capaz de que el Racing sea el Racing que él tiene en la cabeza estará «en el camino» de lograr su objetivo y, de hecho, asegura que el equipo lo está, pero las sensaciones son más alarmantes que ilusionantes.

A la hora de excusar a sus hombres por no haber puesto en práctica una presión alta, José Alberto recordó que el Tenerife tampoco dio «opción a apretar mucho más». «Nosotros intentábamos ir y apretar pero en el momento que se veían acosados, buscaban una referencia arriba», explicó. Con todo, percibió que su equipo fue «interpretando mejor el partido sin balón» conforme avanzaba hacia su final pero siguió viendo todas las carencias del mundo «con balón». «Hay que hacer mucho más», resaltó. «Necesitamos ser más atrevidos, encontrar a Jorge (Pombo), Matheus o Íñigo Vicente más veces», subrayó. Es algo que sólo se consiguió, en su opinión, «en el tramo final» de la contienda.

MEDIO CAMPO. De partida, el sistema utilizado por ambos equipos debería haber dado, al menos, una superioridad numérica al Racing en la zona ancha que no aprovechó. El Tenerife se mantuvo fiel al 4-4-2 y el conjunto cántabro al 4-2-3-1 pero lo cierto es que, vistos los datos recogidos, ambos mantuvieron «un nivel muy parejo» en esa parcela del terreno de juego. «No conseguimos imponernos ni interpretar mejor esa superioridad que teníamos», reconoció. Lamentó, por lo tanto, no haber «conquistado los espacios necesarios para progresar de manera más clara». Aún así, también destacó que tenían delante a un equipo que sabe cómo incomodar al rival y que, por ejemplo, cuando sus hombres conseguían avanzar, Aitor Sanz o Jurado «interrumpían el juego con pequeñas faltas que te impiden progresar».

Ante todas estas dificultades y limitaciones, al Racing, al menos, siempre le ha venido quedando una solidez defensiva que, en opinión de José Alberto, su equipo siguió manteniendo el pasado viernes. «Ellos el área la dominan muy bien y sufríamos en cada centro que metían en la primera parte», recalca. Es algo que considera que corrigieron en la reanudación al conseguir «adelantar el bloque y defender más por delante de las líneas de pase».

Lo cierto es que el Racing concedió quizá incluso más de lo habitual mientras que se mostró poco peligroso arriba. No suena bien. Y quedan tres días de mercado en los que poder reforzar el plantel. Cuenta el club con una ficha libre, José Alberto es consciente de que Martija «está buscando para mejorar la plantilla» y, por lo afirmado por el propio entrenador el pasado jueves, es incluso probable que llegue algún delantero de una liga extranjera. Con todo, insistió en que el objetivo lo deben conseguir los mismos jugadores que tuvo a sus órdenes el pasado viernes. «Dependemos de ellos y de ver que aún siguen creciendo, mejorando y dando su mejor versión», concluyó.

Sin Aldasoro para jugar en Ponferrada

Aritz Aldasoro había encontrado por fin la continuidad que le había faltado en la primera vuelta debido al cambio de entrenador que le ha puesto delante de Fausto Tienza en la fila y por la lesión de Juergen. Sin embargo, ahora tendrá que parar. No podrá jugar dentro de siete días en El Toralín porque el pasado viernes vio la quinta cartulina amarilla y deberá cumplir un partido de sanción. La buena noticia es que, en principio, Juergen podrá jugar ya de inicio tras completar un buen número de minutos de juego ante el Tenerife sin que se resintiera. La última vez que jugó, que fue en Las Palmas, tuvo que volver a parar pero ahora confía en poder recuperar otra vez la continuidad perdida. De quien está pendiente el Racing es de Rubén Alves, que se tuvo que retirar de manera precipitada del terreno de juego tras sufrir una entrada de Aitor Buñuel. El central vizcaíno está pendiente de las pruebas médicas que le diagnostiquen si sufre alguna lesión para diseñar un plan de recuperación. Quien podrá entrenar toda esta semana con normalidad es Sekou Gassama, que, por lo tanto, podrá ser de la partida en El Toralín. De este modo, las únicas bajas seguras, a priori, serán las de Saúl y Bobadilla. El equipo completó ayer la habitual sesión de recuperación y descansará hoy y mañana para volver al trabajo el martes para preparar el partido de Ponferrada.

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