El partido del pasado domingo fue la despedida de un puñado de héroes del ascenso de la temporada pasada, de un grupo de jugadores que se van habiendo dejado huella. Entre ellos no estaba Pol Moreno. El central catalán se queda. Es el único que lo hace de esa anterior hornada, de la plantilla levantada por Fernández Romo en el 2021. De hecho, el central era uno de sus hombres de confianza, un jugador a quien había tenido en sus anteriores equipos, su prolongación sobre el terreno de juego, un tipo que todo lo jugaba. Con José Alberto no pasó así. Pasó a un segundo plano pero el entrenador asturiano le quiere seguir teniendo cerca. Sabe bien que es un seguro de vida y por eso el club le ofreció un nuevo contrato por otras dos temporadas que el jugador ha aceptado.

La negociación fue rápida. Apenas la hubo porque el futbolista, que teniendo en cuenta lo poco que jugó durante toda la segunda vuelta temía que iba a ser su último año en el Racing, recibió la oferta con agrado. Él quería quedarse, seguir en Segunda División y trabajando por convencer al técnico asturiano de que tiene mucho más que decir que lo que le ha dejado hacerlo en el 2023. Al menos, hasta hace mes y medio, ya que las diferentes circunstancias, las bajas y las sanciones en el puesto de central, le permitieron jugar los partidos decisivos por el ascenso. Y él estuvo a la altura, claro. Siempre lo está.

«Estoy encantadísimo de poder vivir esto, de tener en mi currículum que he jugado en el Racing, donde he conocido a muchísimos aficionados que se dejan todo cada semana por nosotros y sólo espero poder seguir disfrutándolo por lo menos dos años más», aseguraba ayer el defensor verdiblanco. El acuerdo se cerró hace semanas pero ambas partes entendieron que era mejor no comunicarlo hasta que no se terminara la temporada. Y la renovación se hizo oficial menos de 24 horas después de que se bajara el telón de la categoría de manera definitiva.  Hay buenos futbolistas que en la última década pasaron por el Racing habiendo tenido que sufrir algunos de los peores momentos de la historia del club, pero no ha sido el caso del central badalonés. Llegó después de que el equipo tocara fondo y en dos temporadas sólo ha conocido el éxito: «El primero año logramos el ascenso, que, como se puede ver día a día, es algo muy difícil de conseguir, y el segundo año hemos conseguido el objetivo de consolidarnos en Segunda División». Esto último parece poca cosa y lo habría sido hace poco más de una década, pero hoy es oro porque viene el conjunto cántabro de comer mucha tierra.

Lo bueno es que Pol Moreno no se conforma y quiere seguir dando pasos hacia adelante y «evolucionando de la mano del Racing». Sabía lo que quería porque se siente «muy contento y muy feliz en este club», con la posibilidad de «poder disfrutar cada fin de semana de este ambiente y de esta afición». Se la ha metido en el bolsillo porque aporta lo que, sobre todo, se le pide a un central, que es transmitir seguridad y no fallar. Y el de Badalona es de los que no lo hace. Apenas ha cometido errores en estas dos temporadas que ha completado como jugador del conjunto cántabro.

No han sido sencillos los últimos meses de Pol Moreno porque fue uno de los principales damnificados del cambio de entrenador, ya que pasó de jugarlo absolutamente todo con Fernández Romo, tanto la campaña pasada como la presente, a quedarse en la sombra. Hasta hace apenas mes y medio, o no jugaba o, si lo hacía, entraba rondando el minuto noventa para cerrar partidos que tenían un resultado positivo. Aún así, nunca realizó un mal gesto, nunca pidió explicaciones ni dejó de ejercitarse al máximo nivel. No lo han hecho ni él ni otros en su situación. De ahí que quienes, al contrario que él, se van a tener que ir tras acabar contrato, lo hayan hecho por la puerta grande y recibiendo el aplauso y el agradecimiento del club.

SEIS CENTRALES. Con la renovación de Pol Moreno hasta el treinta de junio de 2025, José Alberto comenzará la pretemporada con seis centrales con contrato. Cuatro de ellos estaban ya en el equipo en el presente curso, que son Germán, Rubén Alves, Mantilla y el propio Pol Moreno. A éstos hay que sumar a Juan Gutiérrez, que ha jugado como cedido en el Melilla y que, en principio, comenzará el verano a las órdenes de José Alberto, y Mirapeix, recientemente renovado y que, en principio, ya tendría que dar por terminada su trayectoria en el Rayo Cantabria.

El fin de curso ha servido para dejar claro a José Alberto que puede contar con Mantilla con totales garantías. Aunque los dos últimos encuentros están llenos de condicionantes al ser envites sin nada en juego, en la libreta del técnico ovetense está el hecho de que el camargués fue uno de los centrales en el exigente partido ante el Eibar, cuando firmó una auténtica exhibición. A su lado, además, tuvo a Pol Moreno. Con todo, es probable que en la mente de la dirección deportiva esté la contratación de un nuevo defensa central. Sobre todo, teniendo en cuenta que Germán tiene 36 años, que en el presente curso ha cometido algunos errores de bulto y que poco a poco va perdiendo velocidad.

El Racing saldría, por lo tanto, en busca de un central que, además de defender bien, también tuviera manejo de la pelota y salida de la misma. De hecho, es ésta la principal razón por la que José Alberto prescindió en cuanto llegó de Pol Moreno para apostar por el andaluz, que apenas había jugado con Fernández Romo porque sus primeras apariciones a principios de curso, cuando quedó claro que aún no estaba preparado, fueron como para enterrarlas bajo tierra.

Es tiempo de pasar página porque el curso 22-23 ha terminado ya y toca trabajar en el siguiente. Sin descanso. Mañana termina mayo y el diez de julio, como afirmó José Alberto el pasado viernes, comenzará la pretemporada. A día de hoy, hay una veintena de futbolistas con contrato y uno de ellos es Pol Moreno. Es el turno de la dirección deportiva y de conseguir armar una plantilla con un límite salarial que saben que será menor que el de la temporada recién terminada porque ahora no han cobrado por traspaso alguno. Y es improbable que lo haya.