Iván Morante es un futbolista que está por rematar. Se ha elaborado con buenos materiales y tiene un futuro sólido por delante, pero falta darle un buen acabado, dar un paso de calidad y asentarse a lo grande en el fútbol profesional. Y cree que en el Racing lo puede conseguir. Considera que ha ido a caer en el lugar idóneo, por muchos motivos, para dar por fin un golpe encima de la mesa y confirmarse con el futbolista que siempre prometió que iba a ser. Tanto es así, que él mismo cree que va a ser «un jugador importante este año».

El futbolista leonés con ascendencia cántabra asegura que la adaptación al equipo y a su rutina «ha sido muy fácil». Todo lo es un poco más cuando, como él mismo destaca, conocía bien «el club la ciudad, el contexto y todo». «Sólo queda conocer a los compañeros y ya estoy manos a la obra con ello para hacerlo lo mejor posible desde ya», añade. Ha completado ya un par de entrenamientos y está por ver si hoy mismo tendrá la posibilidad de jugar unos minutos en el amistoso ante el Alavés. Todos los caminos llegaban al Racing. Morante tuvo más ofertas pero los lazos que le unen con la entidad verdiblanca y con Cantabria le empujaron a decir sí a Mikel Martija. Con todo, más allá de eso, el nuevo medio centro del conjunto cántabro recalca que su decisión también ha tenido mucho que ver con lo deportivo, ya que está seguro de que en el equipo verdiblanco es donde más va a «crecer». «Creo que el estilo del Racing me viene muy bien y que voy a poder aportar mucho al equipo», sostiene. A la hora de decantarse por la oferta cántabra, el centrocampista leonés se puso en contacto con otros futbolistas que tuvieran un amplio conocimiento de lo que es el Racing. Y tanteó a Pablo Torre, con el que ha compartido muchas horas en concentraciones de la selección. Entre las buenas referencias que le trasladó éste, la cuestión familiar y el interés deportivo, decidió comprometerse a vestir de verdiblanco durante un año. Con todo, antes de dar el sí definitivo contactó con él José Alberto para trasladarle «la idea de juego que tenía y el estilo, que ya lo había visto la temporada pasada». Y no hizo falta mucho más: «La verdad es que me convenció.». Tras pasarse mucho tiempo en las categorías inferiores del Villarreal y el Real Madrid, Iván Morante se estrenó en el fútbol profesional el curso pasado. Aunque sólo fue titular indiscutible para Rubén Baraja, que fue uno de los cuatro entrenadores que tuvo el Ibiza, entiende que creció «muchísimo». Sin embargo, no se conforma: «Este año vengo a dar un paso adelante en mi carrera y creo que vengo al club idóneo para hacerlo».

Él mismo reconoce que es como medio centro como más puede aportar y donde se siente «realmente cómodo». De hecho, de sus virtudes futbolísticas resalta su capacidad para «aportar defensiva y ofensivamente». Aún así, confiesa que, por encima de todo, destaca «por el juego asociativo y la visión de juego». Y cree que es algo que se adapta bien a la «idea de juego que tiene el míster».

Todo está siendo sencillo para Iván Morante, que asegura estar siendo «súper bien tratado por los compañeros y el cuerpo técnico». Se han ido muchos futbolistas de los que lograron el ascenso, gente importante para mantener un vestuario bien unido incluso en las situaciones más complicadas, pero parece que se mantiene el buen clima. Eso ayuda a aceptar lo que exige el cuerpo técnico: «Me ha sorprendido el ritmo al que se entrena, la verdad es que el míster pide mucha intensidad y los jugadores cumplen».

AMISTOSO. Es posible que Morante pueda jugar unos minutos en el partido amistosos que disputará el Racing esta tarde. Tras medirse a dos contendientes de Segunda División, el equipo verdiblanco se medirá ahora contra uno de superior categoría como el Alavés, que logró el ascenso la campaña pasada. Será el primer encuentro en suelo cántabro tras haber jugado en Villarcayo (Burgos) y El Berrón (Asturias). En concreto, el envite se disputará en los campos de El Pilar de Guarnizo a a partir de las siete de la tarde.

Martija admite que habrá un incremento del límite salarial

La próxima semana se producirá definitivamente el traspaso de poderes al frente del Racing. Es un proceso que a Mikel Martija, según reconoce, no le está apenas afectando porque ya mantiene contacto con los nuevos dirigentes y están tratando el día a día «con máxima normalidad». Entre los asuntos que han tratado está el límite salarial que podrán alcanzar para confeccionar la plantilla, algo que afecta de lleno al trabajo del director deportivo. Y éste reconoció ayer que se va a producir un «incremento» del inicialmente previsto, para lo que habrá que hacer frente a una ampliación de capital. El técnico vasco recordó que el curso  pasado se había producido un ingreso «que desvirtuó los límites». Fue gracias al traspaso de Pablo Torre. No se va a producir nada parecido y, por lo tanto, hace falta otra fuente de financiación «para mantener los objetivos o incluso mejorarlos». Respecto a la formación del plantel, adelantó Mikel Martija que, con Matheus y Cedric en cartera, su prioridad es contratar un solo ‘nueve’ para que José Alberto disponga de tres. A día de hoy, están en un proceso en el que hay jugadores «con expectativas de jugar en Primera División» que ahora ni se plantean fichar por el Racing como, según recordó, tampoco se lo planteaba Mboula el año pasado a estas alturas.