26.04.2024 |
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Íñigo, capitán para todo

El centrocampista cántabro explica por qué y cómo acompañó a Pablo Torre en su emotiva despedida del pasado domingo «a petición de todos, del míster y de él mismo»

Inaugurada la peña racinguista ‘Txirimiri’ de Barakaldo | Ayer celebró su fiesta oficial de inauguración la primera peña racinguista con sede en el País Vasco. En concreto, se trata de la peña Txirimiri, que tiene su sede en Barakaldo. Ayer celebró un sencillo acto en el Centro Cultural de Cantabria de la localidad vizcaína, a donde acudió Víctor Diego. En la misma, el responsable de relaciones insititucionales del club y exjugador del equipo, destacó la «gran labor de racinguismo» de todos esos seguidores con raíces verdiblancas y de Natalia Serrano, que es la presidenta. Incluso el coro de la Casa de Cantabria entonó la ‘Fuente de Cacho’ para poner el broche a la inauguración de esta nueva peña que ya cuenta con ciento cincuenta socios.
Inaugurada la peña racinguista ‘Txirimiri’ de Barakaldo | Ayer celebró su fiesta oficial de inauguración la primera peña racinguista con sede en el País Vasco. En concreto, se trata de la peña Txirimiri, que tiene su sede en Barakaldo. Ayer celebró un sencillo acto en el Centro Cultural de Cantabria de la localidad vizcaína, a donde acudió Víctor Diego. En la misma, el responsable de relaciones insititucionales del club y exjugador del equipo, destacó la «gran labor de racinguismo» de todos esos seguidores con raíces verdiblancas y de Natalia Serrano, que es la presidenta. Incluso el coro de la Casa de Cantabria entonó la ‘Fuente de Cacho’ para poner el broche a la inauguración de esta nueva peña que ya cuenta con ciento cincuenta socios.
Íñigo, capitán para todo

Íñigo no es el capitán mas joven de la historia del Racing porque, de hecho, no hace demasiado tiempo que lo fue Fede San Emeterio cuando aún no había alcanzado los veinte años, pero sí puede ser el que más continuidad tenga. Porque el Racing tiene capitán para rato a poco que sepa cuidar al que, además, ha sido uno de sus mejores jugadores en la presente temporada. Tiene sólo 23 años y no sólo es el líder del centro del campo, sino que también lo es del vestuario. Llevar el brazalete implica algunas responsabilidades con las que él ha sabido cumplir y así lo reconocen tanto sus compañeros como incluso los técnicos y dirigentes, ya que él ha de ser siempre el puente de unión entre las diferentes facciones de un club.

El pasado domingo tuvo que realizar un trabajo especial porque fue el último partido (por ahora) de Pablo Torre en Los Campos de Sport con la camiseta del Racing. Le acompañó en el adiós cuando fue reclamado para volver a salir al terreno de juego y recibir la última despedida. «Sabía que era un día muy emotivo para él y que significaba mucho para él porque estaba súper emocionado», explica el capitán verdiblanco. De este modo, «a petición de todos, del míster y de él mismo», decidió mantenerse a su lado «en ese momento». Y es que, «al final fue duro porque para Pablo significaba mucho, pero, al final, es una parte bonita del fútbol».

Después, cuando ya tocó abandonar el terreno de juego en el que Pablo Torre ha brillado tan fuerte en las dos últimas campañas, ambos se sentaron en las escaleras dirigiéndose confidencias y rodeados de emblemas racinguistas. «Fue una conversación en la que, sobre todo, Pablo estaba muy emocionado y me explicaba cómo estaba viviendo todo», relata Íñigo. Él le intentó «tranquilizar» y recordarle que si abandonaba el Racing era «por una buena causa» y que, por encima de todo, debían «disfrutar todos estos momentos» que han vivido, que a buen seguro quedarán para siempre en su memoria. «Al final, son cosas del fútbol y, en ese sentido, fue una conversación muy humana y fue bonito. Quedará para siempre en el recuerdo de ambos», añade.

Entre otras cosas, se dedicaron a hacer «balance» de lo hecho en las dos temporadas en las que han compartido vestuario en el primer equipo del Racing. Junto han «compartido muchas cosas» y se detuvieron, por ejemplo, en algunos «momentos determinantes de este año y del año pasado». Fue, en definitiva, un pararse a reflexionar y a realizar «un repaso general de lo vivido hasta el momento» con la firme intención de seguir creciendo.

Las imágenes que formaron juntos habrán quedado ahí para la historia del racinguismo. Para ellos mismos, «significan mucho» porque quedarán para siempre en su recuerdo. Serán la ilustración del final de algo y del inicio de la aventura de Pablo Torre fuera del nido. «Ojalá que tenga mucha suerte y que cuando veamos esas fotografías en un futuro las veamos y nos digamos mira dónde estábamos hace tantos años», apunta el centrocampista de Ampuero.

nueva faceta. Tuvo que improvisar Íñigo una nueva faceta como capitán que hasta ese momento no había tenido que poner en práctica. Lo de llevar el brazalete parece que le sale solo por mucho que no sea lo mismo llevarlo en las categorías inferiores o en el filial que en el primer equipo. Considera que su buena gestión al frente de la capitanía le sale «solo». Entiende que va «con la educación y con cómo eres personalmente en lo personal». Con todo, se resta mérito y agradece los buenos compañeros que ha tenido, ya que parece que se lo han puesto muy fácil: «Es un vestuario súper humano que ha ayudado en todo sin ningún problema a pesar de ser mi primer año y de haber gente con más experiencia y trayectoria en el fútbol». Es cierto que a parecer todos más simpáticos ayudan también los resultados, pero lo cierto es que, conforme vaya pasando el tiempo, más grandes serán también sus galones.

En medio de despedidas y otros debates, lo cierto es que mañana mismo hay partido en Lezama contra el Bilbao Athletic. Será difícil conseguir una victoria teniendo en cuenta que el Racing no se juega nada y que el rival se estará jugando la vida. Da la impresión de que el objetivo será, al menos, no dar la imagen que dio el equipo en Tudela porque el mismo Íñigo confiesa que haber ascendido tan pronto hace que pierdan «el virus competitivo». Sin embargo, eso tampoco quiere decir que se vayan a entregar, ya que representan «a mucha gente y hay que mantener una línea de trabajo lo más exigente posible para disfrutar también d ela mejor manera posible». De este modo, ellos intentarán seguir siendo competitivos y avisa de que saldrán «a ganar como todo el año».

«Ellos se juegan la vida», recuerda el capitán del Racing. «Tienen que ganar sí o sí y van a salir muy metidos y muy concentrados», añade. En ese sentido, Íñigo ellos han de salir a hacer su partido «y mentalizados» de, por lo menos, estar en disposición de competir porque es algo que ha de hacer el equipo verdiblanco allá donde salte a jugar. El medio centro de Ampuero ha vivido ya su primer ascenso con el Racing pero confía en que sean más. Para ello, es necesario atar su renovación y actualizar su ficha para ponerla a la altura de la importancia que tiene dentro del equipo. En ese sentido, él mismo cree que no tardarán en sentarse las dos partes para atar una renovación. Por ahora, no se ha dado y tampoco tiene prisa porque entiende que durante esas semanas «se están viviendo una serie de cambios en el club, que tiene cosas más urgentes». «Cuando todo esté planificado, seguro que nos sentamos y hablaremos sobre el futuro», añade.

Íñigo, capitán para todo
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