El entrenador del Racing, Guillermo Fernández Romo, resumió el encuentro desde la locura de los 31 primeros minutos, en los que hubo cinco de los seis tantos del encuentro: “Ellos nos hicieron mucho daño con sus dos puntas, Kike Márquez y Musa, y tuvimos que ajustarnos sobre la marcha. Hubo situaciones incontrolables durante el partido como la jugada en la que se pasó del posible 1-3 al 2-2. En la segunda parte, subsanamos todos los fallos. Fue lo que hizo imponernos finalmente”.

“Éramos conscientes de la dificultad del duelo. Al margen del acierto goleador de nuestro extremo Soko, tengo que valorar positivamente a mis jugadores ante un equipo muy fuerte, sobre todo por las tres anteriores jornadas, en las que no había perdido, de ahí el valor de la victoria”, apuntó Fernández Romo, que dedicó unas palabras al joven mediapunta Torre, ovacionado por el público extremeño al retirarse sustituido: “Es uno de nuestros baluartes, un jugador que viene demostrando su chispa en ataque”.

Sobre el rápido tanto encajado, a los cinco minutos de juego, el técnico ofreció una valoración con perspectiva de toda la temporada: “En cada partido, analizamos al rival y tratamos de que no nos pillen a contrapié durante los compases iniciales. Estamos donde estamos y, desde que empezó el curso liguero, fuimos arreglando errores y tratando de que mejoren los jugadores, pero no podemos dormirnos así”.