Roko Baturina completó ayer su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros. Lo hizo a lo grande, en Los Campos de Sport, en el que será su campo al menos hasta final de temporada. Puede que incluso más porque su cesión lleva implícita una opción de compra que el club podrá utilizar en el caso de que Mikel Martija y José Alberto hayan acertado y el jugador rompa a hacer goles vestido de verdiblanco. Sería buena señal que así sucediera.

Tras su primera sesión de trabajo a las órdenes de su nuevo entrenador, al espigado delantero balcánico le tocó presentarse en sociedad. Lo hizo en inglés, con la ayuda de una traductora. Sólo se lanzó a decir un puñado de palabras en castellano que ya mostraron una predisposición. Aseguró que su fichaje se había cerrado «muy rápido, en dos o tres días». De hecho, lo dejó todo en cuanto llegó la oportunidad de incorporarse al fútbol español a bordo de un club que quizá conociera de sus años mozos. Afirmó que en cuanto llegó el interés verdiblanco no lo dudó «ni un segundo», hizo las maletas y abandonó la concentración del que ya es su exequipo en Turquía.

Sus números, vistos en frío, no hablan de ningún figura. Por otra parte, si fuera al contrario, quizá no habría fichado por el Racing. Es la realidad del club. Con todo, el mismo jugador descubrió que Mikel Martija le llevaba siguiendo dos años, lo cual resultó sorprendente. El director deportivo, que tiene plena confianza en lo que ha fichado, no lo negó después. El jugador confía en no dejarle mal y aseguró estar «preparado para el reto que supone jugar en el Racing». Confía, incluso, en que pueda debutar el próximo domingo porque asegura que ha llegado en buena condición física.

Confesó Baturina que el nivel de exigencia ha cambiado porque su primer entrenamiento con el Racing había sido «un poco más duro de lo que estaba acostumbrado» con su anterior club. Con todo, está seguro de que estará a la altura y que por ahí no habrá problema. «De entrada, tengo la barrera del idioma pero la espero superar muy pronto», apuntó.

Cuestionado sobre si es un delantero que juega mejor en soledad o con un compañero, respondió que es capaz de adaptarse «al sistema que pida el entrenador y a la forma que sea necesaria para ayudar al equipo». Se pone, de este modo, en manos de José Alberto, que va a tener mucho donde elegir porque, con la llegada del croata, dispone ya de cinco delanteros. Para este último, «siempre es bueno que haya muchos jugadores en cada posición porque te obliga a esforzarte siempre un poco más para conseguir que el entrenador se fije en ti y te ponga a ti».