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El Diario de Cantabria

Cedric tiene que parar

El delantero sufre una artritis cervical desde hace semanas que ya no le permite entrenar bien, por lo que será sometido a un completo examen médico para fijar un plan de recuperación

Cedric, en el partido del domingo contra el Oviedo, a punto de tener la ocasión que pudo valer el empate. / RRC
Cedric, en el partido del domingo contra el Oviedo, a punto de tener la ocasión que pudo valer el empate. / RRC
Cedric tiene que parar

Cuando uno intenta ocultar algo corre el peligro de resultar contradictorio. En esa trampa cayó Fernández Romo cuando, tras el partido contra el Granada, justificó la precipitada entrada de Germán en el once a pesar de llevar apenas dos semanas en el equipo y del buen primer partido que había realizado Rubén Alves por la necesidad de que acumulara minutos para adquirir el ritmo de competición cuanto antes. A su vez, explicó que Cedric no hubiera jugado nada en Los Cármenes argumentando que había que cuidarle y darle tiempo. No tenía sentido. Días después, Radio Fútbol informó de que el delantero sufría una extraña enfermedad, algo por lo que fue cuestionado el técnico madrileño el pasado viernes. Él negó la mayor. Descartó la noticia y, de hecho, el ‘nueve’ verdiblanco jugó media hora contra el Oviedo. Sin embargo, ayer confirmó el club que sí, que algo le sucede a Cedric.

La alarma saltó cuando no salió a entrenar con sus compañeros en la mañana de ayer. En ese momento, la rumorología no tomó tanto la dirección de la enfermedad o de la lesión, sino la de una posible cesión a otro equipo para dejar hueco a otro delantero que quisiera fichar el club. No iba por ahí la historia. Nada de eso. El delantero nigeriano entra en los planes de Fernández Romo. Confía en él porque, de hecho, ha visto lo que es capaz de hacer cuando está inspirado y en un buen momento. Ahora está claro que no lo está y quizá por eso el entrenador verdiblanco ha insistido en jugar con Matheus de inicio sin que el brasileño esté, por ahora, dando síntomas de ser un ariete peligroso. De hecho, lo más probable es que en Tenerife juegue donde terminó el encuentro del pasado sábado, que es como media punta o, mejor, segundo delantero.

Los males de Cedric no son demasiado habituales. No es una lesión al uso, sino que parece más conveniente llamarlo enfermedad. Algo similar sucedió con Jack Harper hace doce meses. Tardó en comenzar a entrenar y más aún en comenzar a jugar, lo que le hizo, en la práctica, estar fuera de juego buena parte del curso, ya que dio la impresión de estar siempre un paso por detrás de sus compañeros. Al delantero nigeriano le podría suceder algo similar, como a todo aquel que se lesiona en estas fechas, si se complica su dolencia. Todos esperan que no sea así.

Según explicó la radio de la Federación Cántabra la semana pasada, Cedric sufre una artritis cervical que a menudo le provoca mareos y en otros momentos incluso no sentir alguna extremidad. Es obvio que es para asustarse. Hasta la fecha no le ha impedido entrenar e incluso jugar pero no le ha permitido estar a su nivel ni centrado en su profesión. Durante todo este tiempo le han hecho pruebas médicas pero, finalmente, esta semana el delantero ha dicho basta al concluir que no tenía sentido seguir hacia delante como si no sucediera nada porque, además de perjudicar al equipo, también se perjudica a él mismo al no poder rendir bien.

Para un delantero centro la confianza lo es todo y ahora mismo Cedric no la tiene. Y jugar sabiendo que no estás bien podría terminar pareciendo que no tiene nivel para jugar en Segunda División y que le sobrepasa la categoría. Por eso ha llegado a la conclusión de que primero ha de curarse y después jugar. Por eso el club anunció en la mañana de ayer, mediante un comunicado, que su máximo goleador de la pasada temporada «no se encuentra en disposición de entrenar» y que será «sometido a un reconocimiento médico completo». Quieren saber qué le pasa y, a partir de ahí, buscar soluciones.

Se va a quedar el equipo, por lo tanto, sin uno de sus delanteros, quizá el más querido por la afición, como ha quedado evidente en sus dos apariciones en Los Campos de Sport la presente temporada. Después de su buena campaña pasada y de ser uno de los protagonistas de la fiesta del ascenso, se ha metido a la grada en el bolsillo y él está ansioso por responder a ese cariño y a la confianza que le transmitió el propio club al renovar su contrato la temporada pasada. Y para hacerlo es consciente de que ha de estar a su mejor nivel.

De este modo, aunque el Racing cuenta con el recién llegado Sekou para jugar en Tenerife después de que haya completado toda una semana de entrenamiento, lo cierto es que el entrenador seguirá contando con tres delanteros. El recién llegado ocupará el sitio de Cedric y se mantendrán Matheus y Peque. Estos dos jugaron por detrás del nigeriano la semana pasada, una opción que posiblemente se empiece a ver cada vez más.

Unai Medina se retira del entrenamiento y pasa a ser duda

Todo lo bien que le fue al Racing en pretemporada en cuanto al apartado físico se refiere parece que se ha complicado una vez iniciada la competición oficial, ya que la enfermería, poco a poco, se ha ido poblando. Quien corre el peligro de caer ahora en ella es Unai Medina, que en el entrenamiento de ayer por la mañana tuvo que retirarse antes que sus compañeros quejándose en la zona posterior del muslo, por lo que posiblemente tenga que someterse a algunas pruebas. A día de ayer, se podía calificar de dudosa su participación en el partido del próximo sábado.

Fue mediada la sesión de trabajo, durante el partidillo que disputó el equipo en las instalaciones Nando Yosu, cuando el defensor de Basauri se tuvo que parar tras una acción de uno contra uno con Marco Camus. No le pudo seguir, paró y se retiró. Lo bueno es que Unai Medina ya ha demostrado en el tiempo en el que ha estado en el Racing ser un profesional que se conoce bien y que sabe cuándo parar. De hecho, ha conseguido volver pronto cada vez que ha notado que algo no iba bien en su sistema muscular. El partido del pasado domingo lo terminó vacío después de su gran esfuerzo y eso hizo que tuviera que entrar Dani Fernández para acabar la contienda.

Satrústegui. Quien sabe que no podrá viajar a Tenerife este próximo fin de semana es Eneko Satrústegui, que tuvo que marcharse antes de tiempo en el encuentro contra el Oviedo. Según el parte médico dado a conocer por el club racinguista, el navarro «sufre una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha». El pasado martes fue sometido a una resonancia magnética cuyos resultados se conocieron ayer detectando esa rotura de fibras que le obligará a parar al menos un par de semanas. Será, por lo tanto, el momento de Saúl.

A todo este parte de lesiones al que se suma Cedric hay que añadir a Arturo, que lleva en el dique seco desde la primera jornada, cuando no pudo terminar el partido contra el Villarreal B. Le detectaron una contusión en el calcáneo del pie izquierdo que exige guardar reposo y que le sigue sin dejar entrenar junto a sus compañeros. El murciano fue titular en la primera jornada pero no ha podido mantener esa continuidad en la que confiaba a principios de curso.

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