Ya va siendo hora de arrancar, de confirmar que el Racing está capacitado para pelear en Segunda División. Hasta ahora, todo han sido dudas porque se ha mostrado tan limitado a la hora de atacar las áreas rivales que ha dado la impresión de no tener cartas suficientes como para llevarse algo. En el mejor de los casos, puede empatar, pero ganar es complicado con lo visto hasta ahora. Basta ver los números que arrastra contra rivales de su misma categoría. No son nada buenos. Hay que corregirlos y hoy tiene la oportunidad de hacerlo contra uno de los equipos llamados a pelear por el ascenso. Otra vez. Como la semana pasada, pero esta vez en casa.

Quien se va a pasar por Los Campos de Sport es el Oviedo, que ya lo hizo el pasado día seis, hace poco más de tres semanas. Entonces empataron a cero pero gustó más el Racing que el equipo asturiano. Sobre todo, a partir de los veinte minutos de juego, ya que de partida dio la impresión el equipo de Bolo de ser netamente superior. Luego no. Incluso dominó el conjunto cántabro, que tuvo buenos momentos en el segundo tiempo. Aún así, sólo le dio para empatar a cero. He ahí la cruz racinguista en lo que va de competición. Necesita quitársela de encima cuanto antes.

Con los de pretemporada, son cinco los partidos que ha disputado el Racing hasta la fecha contra equipos de Segunda División. Y no sólo no ha ganado ninguno, sino que sólo ha anotado un gol y fue desde el punto de penalti. Es obvio que le faltan argumentos ofensivos hasta el momento y, de hecho, buena parte de la semana la han pasado el equipo y el entorno pendientes de la posible llegada del deseado y ansiado delantero centro. No lo ha hecho. Fernández Romo va a tener que contar prácticamente con los mismos excepto con un nuevo extremo, que también le hacía falta. Es Jordi Mboula. Es una pieza que venía codiciando desde la primavera y que, al menos, le permite contar con un extremo de los que aporta profundidad. Habrá que ver cómo lo usa porque al técnico madrileño siempre le gusta tener a uno que, al menos, tienda a irse hacia el centro.

Mboula debutará hoy. Incluso lo adelantó el entrenador en su rueda de prensa del viernes aunque no descubrió si lo haría de partida o en el segundo tiempo. Lo más probable es esto último porque apenas ha completado tres entrenamientos con el grupo. Viene en forma pero le falta, como le faltaba a Germán, adquirir ritmo competitivo y partidos junto a sus nuevos compañeros. Y sólo hay una manera de solucionarlo. La duda es, a la espera de su debut, quiénes serán los encargados de ocupar las bandas.

Raro sería que el técnico verdiblanco apartara a Marco Camus del once inicial. La duda está en la derecha, en si dará continuidad a la opción de Dani Fernández o apostará por Alfon. Donde no hay incógnita alguna es por dentro, ya que Juergen ocupará la media punta y Matheus se colocará como hombre más adelantado. Es importante que el colombiano actúe mucho y que lo haga, sobre todo, en las cercanías del área. Porque nadie duda de su capacidad con el balón en los pies pero le falta transmitir verdadero peligro para no convertirse, en el fondo, en un tercer medio centro más. Y no es lo que necesita el equipo. Necesita mordiente y colmillo arriba para decidir bien a última hora.

Lo cierto es que el encuentro de esta tarde a partir de las cinco y media va a suponer un tremendo reto para el ataque del Racing. Si ya de por sí le cuesta generar peligro y hacer goles, hoy se medirá a un equipo que apenas encajó goles en pretemporada y al que sólo le han anotado uno en las dos jornadas que se llevan disputadas hasta la fecha. Fue en casa y lo anotó Casadesús para el Andorra en el minuto 95, cuando todo el mundo estaba ya pensando en qué habría de cena. A su vez, también le está costando anotar porque tampoco lo hizo apenas durante la ronda de ‘bolos’ estivales mientras que el que le dio los tres puntos la semana pasada fue desde el punto de penalti. No le marcan pero también le cuesta marcar.

Lo que parece mentira es que al conjunto asturiano le esté costando celebrar goles con la artillería que tiene arriba. Como gran referencia tiene a Borja Bastón, el máximo goleador del curso pasado. Y para colmo también cuenta con Sergi Enrich. Se trata, en definitiva, de un equipo llamado a dominar claramente las áreas. Es una plantilla de enorme categoría que tampoco está pudiendo ser exprimida hasta ahora por su entrenador debido a lo saturada que tiene la enfermería. En principio, hoy no podrán jugar por lesión Costas, Miguelón, Pomares, Viti y Luismi mientras que Borja Sánchez y Calvo han estado a un ritmo menor que sus compañeros en los últimos días. A eso hay que sumar que Koindredi, el joven medio centro que le ha cedido el Valencia, está recién llegado.

portería a cero. El Oviedo lo tiene todo para caminar con paso firme por la Segunda División y a ese tipo de rivales es mejor cogerles ahora. Lo mismo sucedía con el Granada pero el equipo andaluz puso la directa en el segundo tiempo y metió al Racing atrás. Y es que, lo cierto es que no dispone el conjunto cántabro de un calendario cómodo. No le concedió la fortuna un inicio plácido y eso siempre complica la necesaria labor de adquirir tranquilidad. La falta de resultados genera ansiedad dentro y fuera y por eso sería difícilmente digerible una tercera derrota consecutiva. Conforme se van acumulando, mayor es la presión.

Sabiendo que no le sobra gol, el conjunto cántabro ha de comenzar por dejar por fin su portería a cero. Es el primer paso. Por ahora, ha recibido dos goles por encuentro y esa persiana hay que bajarla. Lamenta Fernández Romo que en ambas ocasiones se ha roto el cero a cero coincidiendo con circunstancias que mermaban su defensa, como la lesión de Unai Medina contra el Villarreal B que dejó a los suyos con diez en el descuento o las molestias ante el Granada de Germán, que iba a ser sustituido justo en el momento en el que Callejón le ganó la posición para marcar solo.

Lo más probable es que el veterano central andaluz comience hoy en el banquillo. Lo bueno es que lo que parecía que iban a ser dos o tres semanas de convalecencia, han sido unos días de precaución. Su propio entrenador reconoció que la decisión de ponerle en el once en Granada había sido injusta porque Rubén Alves había rendido a un gran nivel en el debut liguero, pero dio prioridad a la necesidad del recién llegado de adquirir ritmo de competición y entrar en la rutina del grupo. Le pagan por tomar decisiones y él la tomó.

El de hoy será un examen complicado para un Racing que todavía se está buscando a sí mismo. No sabe muy bien qué equipo quiere ser en Segunda División. Por ahora, lo que mejor le está funcionando es el doble medio centro formado por Fausto Tienza y por Íñigo. Ha ganado muchas batallas pero, a partir de ahí, necesita que le ofrezcan argumentos por delante cuando recupera o cuando avanza líneas. Hay que llevar balones a Matheus, ser profundos por bandas y tener fútbol por dentro. Hay, en definitiva, que ser peligroso para ganar partidos, que es lo que buscará el conjunto cántabro en un contexto envidiable, ya que se anuncia un enorme ambiente en la grada. Más allá de todos los abonados que ya acumula el club, hay que sumar las 6.000 entradas que se han vendido hasta el día de ayer. Es factible que se acerquen a los 15.000 los espectadores que se vayan a juntar para dar forma a un ambiente de Primera. De hecho, el Racing - Oviedo se ha jugado muchas veces en la máxima categoría.