El líder del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha decidido no participar en la nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que se llevará a cabo este domingo 21 de enero en La Coruña. Aunque el dirigente se encontrará en España en la madrugada del sábado, ha excusado su asistencia alegando un viaje a China. Este gesto se produce después de las críticas públicas de García-Page hacia Pedro Sánchez por sus concesiones al independentismo y el pacto con Junts.

García-Page censuró recientemente a Sánchez por su acuerdo con Junts, mediante el cual se cedieron competencias de inmigración a Cataluña. El líder castellanomanchego expresó su desacuerdo, comparando la situación con la posibilidad de que Vox pidiera las mismas competencias. Además, ha arremetido en varias ocasiones contra las medidas adoptadas por Sánchez en relación con el independentismo.

En el contexto de las enmiendas presentadas por Junts a la ley de amnistía, el líder de la oposición en la región, Paco Núñez del PP, ha criticado la probable actitud de García-Page, sugiriendo que podría expresar su descontento pero, al final, no oponerse de manera efectiva. Desde el PP de Castilla-La Mancha consideran las críticas de García-Page al Gobierno como una estrategia para limpiar su imagen, sugiriendo incluso que sus reproches podrían estar pactados con la cúpula de Ferraz.

El presidente castellanomanchego está vinculado a varios diputados del PSOE de su región, lo que podría ser crucial en las votaciones en el Congreso. El artículo 33 del Reglamento Interno del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso permite a los diputados nacionales del PSOE tener "libertad de voto por razones de conciencia", pero también se espera que sigan los compromisos adquiridos en el programa electoral del partido. Desde el PP han instado a García-Page y sus allegados a rechazar las normas que consideran contrarias a las bases del partido, como la ley de amnistía.