La tensión en la región de Oriente Medio se encuentra en un punto crítico debido a la posibilidad de que el conflicto entre Hamas e Israel genere un segundo frente con la milicia Hizbulá en el Líbano. Los ataques intermitentes en la frontera norte de Israel han ido en aumento desde el inicio de la ofensiva de Hamas en el sur del territorio israelí.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha emitido una seria advertencia a Hizbulá, un grupo respaldado por Irán, indicando que Israel podría responder con la devastación del Líbano, donde esta milicia opera.

En medio de esta escalada retórica, Irán ha dirigido una advertencia tanto a Estados Unidos como a Israel, advirtiendo que la situación actual podría escapar de su control. Estas amenazas veladas aumentan las preocupaciones sobre la posibilidad de alcanzar una paz, por más precaria que sea, en la región.

Paralelamente, el envío de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza continúa, aunque su impacto sigue siendo limitado en este enclave densamente poblado que enfrenta un "asedio total" por parte de Israel.

El segundo convoy de 17 camiones ha llegado este domingo, incluyendo combustible destinado a los hospitales de Gaza. Sin embargo, la guerra entre Hamas e Israel ha dejado un saldo desgarrador, con numerosas víctimas civiles, incluyendo muertos, heridos, secuestrados y desplazados.

Además, más de 120,000 israelíes se han visto desplazados internamente debido a los enfrentamientos en Gaza y a la tensión en la frontera con Hizbulá en el Líbano.

El Ministerio de Defensa de Israel ha estado trabajando arduamente en la evacuación de estos residentes, lo que incluye a aquellos que viven en comunidades cercanas a la Franja de Gaza y la frontera con el Líbano.