El Grupo Wagner, previamente considerado debilitado tras la muerte de sus líderes, Yevgueni Prigozhin y Dmitry Utkin, resurge bajo una nueva faceta como el Cuerpo Expedicionario. Aunque se creía que este grupo de mercenarios había sido marginado en el frente ucraniano, los informes indican que Moscú ha vuelto a recurrir a ellos para reforzar su presencia en la guerra y, especialmente, para influir en gobiernos africanos en busca de estabilidad frente a grupos rebeldes.

Sin embargo, el Cuerpo Expedicionario no es una mera continuación del Grupo Wagner. El Kremlin ha consolidado las estructuras del grupo en su alto mando militar, otorgándole un nuevo nombre que resuena con connotaciones zaristas. Esta metamorfosis tiene como objetivo principal ampliar la presencia rusa en África, garantizando acceso a explotaciones mineras y otras fuentes cruciales de materias primas.

A diferencia de sus predecesores, el Cuerpo Expedicionario se presenta como una entidad completamente sometida a la voluntad del Kremlin, evitando así riesgos de rebeliones internas o actitudes discordantes. Bajo la dirección de Andrey Averyanov, vinculado al envenenamiento del ex espía ruso Serguéi Skripal en 2018, esta nueva unidad se posiciona como la avanzada del colonialismo ruso en África.

La BBC informa que el Cuerpo Expedicionario ha extendido su influencia en África al ofrecer "paquetes de supervivencia del régimen" a gobiernos ya influenciados por el Grupo Wagner. Este enfoque busca consolidar regímenes corruptos y dictatoriales a cambio de un acceso sin restricciones a los recursos naturales africanos, cuyos beneficios alimentarán las arcas rusas y sustentarán su economía de guerra.

A través de esta herramienta, Rusia busca expulsar a empresas occidentales que han invertido en África occidental, reemplazándolas estratégicamente con compañías rusas. Esta táctica no solo se alinea con los objetivos económicos rusos, sino que también contrarresta las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania, proporcionando una compensación a la oligarquía rusa afectada.

El retorno del Grupo Wagner al frente ucraniano marca un giro significativo. Según la Inteligencia de Defensa de Ucrania (GUR), miembros del Cuerpo Expedicionario han sido desplegados en Avdiivka, recientemente conquistada por Rusia. El asesor del gobierno ucraniano, Anton Gerashchenko, revela que Rusia está capacitando a 18,000 nuevos combatientes para esta unidad, muchos de ellos veteranos del Grupo Wagner.

Los métodos del Cuerpo Expedicionario reflejan la continuidad de estrategias previamente observadas en el asedio y asalto de mercenarios Wagner en Bajmut el año pasado. Oleada tras oleada, asalto tras asalto, buscan doblegar las defensas ucranianas y conquistar territorio a expensas de significativas bajas en sus filas.

En resumen, el resurgimiento del Cuerpo Expedicionario no solo representa una reactivación estratégica del Grupo Wagner, sino también una intensificación de la influencia rusa en África y un retorno significativo al conflicto ucraniano. La naturaleza de esta operación sugiere una agenda expansiva y económica más amplia por parte de Rusia en un contexto geopolítico en constante evolución.