GOBIERNO DE PORTUGAL
Los portugueses prefieren ir a elecciones tras la dimisión del socialista Costa
Los portugueses, que todavía digieren la sorpresiva dimisión del primer ministro, el socialista António Costa, ven la convocatoria de elecciones legislativas como la única salida política posible para el país, aunque no hay quien se lance a adivinar cuál sería el resultado.
Desde los comicios de 2022, los socialistas (PS) han gobernado con mayoría absoluta, pero con múltiples escándalos, y el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha y principal de la oposición) ha perdido apoyos.
Mientras, sube el ultraderechista Chega -que es tercera fuerza- y casi todas las otras formaciones han rejuvenecido a sus líderes, aunque con una política continuista.
En primer lugar, prácticamente todos los ciudadanos entrevistados por EFE coincidieron en que fue adecuada la renuncia de Costa este martes, tras verse relacionado con un escándalo de corrupción por negocios de litio e hidrógeno, pese a negar su implicación.
"Inmunidad no es impunidad. Creo que se perdió la confianza política en el momento en el que hay un proceso judicial en curso", comentó a EFE Inês, una mujer que "por cargo", que no aclaró, pide no divulgar su identidad verdadera.
En un barrio acomodado de Lisboa, Bernardo considera que Costa "hizo bien, pero va un poco tarde".
Este treintañero criticó los múltiples escándalos que han provocado en el último año la caída de más de una decena de cargos del gobierno socialista, entre ministros y secretarios de Estado.
Para Filipe, que se encuentra en una calle aledaña a la céntrica Avenida da Liberdade, el ahora ex primer ministro "no tenía otra opción porque estaba en una situación en la que perdía realmente la autoridad política".
Este lisboeta espera que el proceso contra Costa "sea un error" y que no esté implicado en los delitos de los que es sospechoso. "Si no lo es, independientemente de nuestra ideología política, creo que esto pesa fuertemente sobre todos nosotros", resumió.
Ante las opciones que afronta el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que debe elegir entre convocar comicios o mantener un gobierno socialista con un nuevo primer ministro, la calle pide ir a las urnas, aunque no se atreve a prever el resultado.
Filipe coincidió en que unas elecciones legislativas son la mejor opción en el actual panorama, pero reconoció que teme un auge de Chega.
"Temo que la extrema derecha gane (posiciones) como ha sucedido en España -dijo-. Temo que la extrema derecha aumente en Portugal y creo que es peligroso para toda Europa y para nosotros".
Ana, una quiosquera del centro de la capital, ve que el partido que puede salir como fuerza más votada en unas legislativas es el PSD, aunque Luís, un jubilado que pasea cerca de un centro comercial, piensa que sería el PS, mientras nadie duda de que la disputa de poder estará encabezada por esos dos partidos.
En la calle, muchos prefieren no opinar, porque creen que la dimisión de Costa ha sido inesperada y deja muchos frentes abiertos, tanto políticos como económicos.
Costa dimitió este martes al ser investigado por posible prevaricación, corrupción activa y pasiva y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno, aunque aseguró que no ha cometido ningún acto ilícito.
El socialista, primer ministro desde 2015, gobernaba con mayoría absoluta desde 2022, cuando venció en unas elecciones convocadas de forma anticipada, después de no conseguir sacar adelante unos presupuestos.
Tras su dimisión, compete al presidente Rebelo de Sousa decidir el futuro del país, quien podría optar por la disolución del Parlamento y convocar nuevas elecciones o mantener un gobierno socialista con un nuevo primer ministro.
No obstante, en la última investidura de Costa, cuando se hablaba de la posibilidad de que saliese a mitad de legislatura para aspirar a un cargo europeo, Rebelo de Sousa ya avisó de que, si no terminaba el mandato, convocaría nuevos comicios.
"No será fácil que la cara que venció pueda ser sustituida a mitad del camino", dijo entonces.