En este artículo, desentrañaremos los mitos que rodean este enigmático día y exploraremos cómo puede ser una oportunidad para la reflexión y el crecimiento personal.
De venus a la brujería
El viernes está asociado con Venus, la diosa romana del amor, la belleza y el placer. En la astrología y la mitología, Venus simboliza la femineidad, el deseo erótico y el disfrute sensual. Esta conexión con la diosa del amor y el placer subraya una dualidad interesante: mientras que el viernes está destinado al disfrute y la belleza, su relación con el número 13 introduce una capa de misterio y temor.
“El viernes es el día en que Venus guía nuestros deseos y emociones, un tiempo para explorar lo que nos hace sentir vivos y completos”. Sin embargo, la asociación del viernes con la brujería y la mala suerte proviene de antiguos mitos escandinavos, donde Friga, la diosa del amor y la fertilidad, fue desacreditada y acusada de brujería tras la conversión al cristianismo. Según la leyenda, Friga se reunía con otras 11 brujas cada viernes para lanzar maleficios que afectarían la semana siguiente.
Entre la desgracia y el renacimiento
El número 13 ha sido considerado un símbolo de mala suerte desde tiempos inmemoriales. En la cultura babilónica, se refería al decimotercer mes de los años bisiestos como “cuervo de mala suerte”, y en la tradición china como “señor calamitoso”. En la Biblia, el 13º capítulo del Apocalipsis marca el comienzo del fin del mundo, lo que contribuye a su reputación ominosa.
Además, el número 13 se asocia con Judas Iscariote, el decimotercer participante en la Última Cena, cuya traición llevó a la crucifixión de Jesucristo. La carta del Tarot correspondiente, El Arcano XIII, es conocida por su representación de la muerte y el cambio, simbolizando la transformación y el final de ciclos.
“El número 13 no solo desafía la perfección del 12, sino que también representa una nueva creación y un rompimiento con lo establecido”, señala el tarotista contemporáneo John Matthews. Esta carta, aunque temida, sugiere un potencial de renacimiento y crecimiento, desafiando la visión tradicional de la mala suerte.
La conexión con la luna y el feminismo
El número 13 también está vinculado con el ciclo lunar, el cual, en muchas culturas patriarcales, ha sido subestimado y asociado con la feminidad. La Luna, con sus ciclos de 28 días, se alinea estrechamente con el número 13, representando el ciclo menstrual femenino. Esta conexión con lo femenino puede ser vista como una transgresión frente a la racionalidad masculina predominante en la cultura patriarcal.
“El 13 simboliza un retorno a lo femenino, un espacio donde podemos reconectar con aspectos de nuestra vida que han sido relegados o ignorados”, afirma la historiadora Sofia Perez. En este contexto, el viernes 13 se convierte en una oportunidad para explorar y expresar nuestras emociones más profundas y auténticas.
Un llamado a la reflexión y la renovación
Más allá de las supersticiones, el viernes 13 puede ser una ocasión para reconectar con nuestra esencia y explorar las dimensiones emocionales y espirituales que solemos descuidar. Este día invita a desafiar nuestras creencias limitantes y a celebrar el equilibrio entre el disfrute y la reflexión, el misterio y la revelación.
En lugar de temerle al viernes 13, abracemos la oportunidad que ofrece para expresar nuestros sentidos y emociones más profundos, y para valorar el equilibrio entre lo masculino y lo femenino en nuestra vida. Así, este día puede convertirse en un punto de partida para un nuevo ciclo de crecimiento y autoconocimiento.