Javi Rozada terminó satisfecho la primera probatura seria de la pretemporada aunque también recordó que no es tiempo de «sacar muchas conclusiones». De este modo, por encima de todo destacó «la actitud» que mostraron sus jugadores «de querer ganar desde el principio», lo cual considera «importante en esta categoría que vamos a jugar». «Los jugadores se van asentando y se vieron cosas interesantes de cara al futuro», admitió.

Aunque fue mucho más vistoso el segundo tiempo, el técnico asturiano quiso también reivindicar el primero. «Tuvieron mucho mérito las dos partes», resumió. Recordó que la Real Sociedad B había salido «bien» y que se lo había puesto complicado a los suyos después de marcar el primer gol de la contienda: «Aunque con 0-1 es complicado, el equipo se rehizo muy bien y, a partir de ahí, ellos casi no salieron de su campo». Destacó Rozada que los suyos habían «apretado alto» y que habían conseguido también generar «ocasiones por fuera con Manu y Nico» que no se llegaron a concretar. Con todo, dio valor a esa «valentía» que había mostrado el equipo «jugando en campo contrario».

Lamentó ese «error» cometido en el arranque del encuentro «que penalizó al no fijar bien un desmarque a la espalda», pero ese gol en contra sería remontado tras el paso por vestuarios, cuando Rozada considera que Xabi Alonso realizó un cambio táctico que benefició al conjunto local: «Pasaron a jugar con tres más uno y eso nos permitió correr más. Se abrieron y dejaron espacio por fuera que aprovecharon Camus y Álvaro (Bustos)». Para que pudieran hacer esto, destacó que Pablo Torre y Dani González «estuvieron bárbaros e interpretando bien lo que pedía el partido». Tanto es así, que Rozada destacó que incluso había habido «momentos de buen fútbol en campo contrario tanto posicional como en transición». Él, sobre todo, valora lo segundo porque no tiene reparos en confesar que se acerca más a su «manera de ver el juego».

Afirmó el entrenador verdiblanco que aún hay «muchas cosas que mejorar» y, por encima de todo, se quedó con la necesidad de «dar un poco más de pausa cuando el juego lo requiera». Esa precipitación que pudo haber ayer lo entiende y lo explica por esa «buena actitud» que tuvieron sus hombres. Lo acepta como «parte del guión» porque, además, «al ser el primer partido, todos querían agradar e ir hacia delante». «Es normal. Son cosas mínimas y me quedo con que la actitud y el compromiso que han mostrado es el camino de este Racing», añadió.

balón parado. Cuestionado por el balón parado, se felicitó por haber visto a su equipo bien en esa faceta «tanto defensiva como ofensivamente». No da importancia a la disputa por sacar los córners o las faltas porque, de hecho, considera que «es bueno». «Yo puse dos lanzadores y es positivo que entre ellos demuestren que tienen ganas de sacarlo y sean ellos los que decidan porque, de esta manera, quien vaya a sacar irá más motivado», explicó.

Sobre Camus y si es mejor por la izquierda o por la derecha, Rozada reconoció que todavía le está «conociendo». «Ves cosas entrenando y hoy (por ayer) también compitiendo», explicó. Ayer le vio «dubitativo» por la zurda y mejor por la diestra. «Me gusta cambiar  a los jugadores de banda para activarlos si no se les ve cómodos por una», explicó. Apuntó que había visto al santanderino «mejor» por la derecha pero también recordó que la Real Sociedad B había tenido ahí «más problemas con las basculaciones».

También felicitó a Martín Solar por jugar «muy bien» por delante de los centrales. Actuó como «soporte atrás» mientras que también fue capaz de «dar fútbol y apretar hacia arriba cuando el partido lo requería». Descubrió Rozada que habla mucho con él sobre ese puesto novedoso para él que no tiene por qué ser el definitivo porque, como precisó, aún hay jugadores que están por llegar y a cuyas aptitudes habrá que adaptarse también.

Destacó el entrenador asturiano el hecho de que Mantilla hubiera tenido que jugar «a pierna cambiada, lo que es difícil cuando delante hay un filial que juega bien y somete mucho». Y cumplió de manera sobrada levantando la mano de manera muy seria para quedarse en el proyecto. Y es que, recordó Rozada que él se considera «un entrenador para trabajar con gente joven y sacar lo mejor de ellos» y, en ese sentido, expresó su deseo de que «ojalá se queden los máximos posibles dentro de lo que, lógicamente, es esta categoría y de que tendrá que venir todavía gente».