En un caso que sacude los cimientos del fútbol español, Dimitri Piterman, exdirigente del Racing de Santander y posteriormente del Deportivo Alavés, enfrenta una petición de nueve años de prisión. La Fiscalía le acusa de graves delitos financieros durante su mandato en el club vasco. Junto a Piterman, se juzgará a su exmujer y a otro empresario implicado, en un proceso que tendrá lugar del 8 al 12 de abril en la Audiencia Provincial de Álava.

La acusación se centra en un delito continuado de apropiación indebida y tres delitos de falsedad contable, con la Fiscalía demandando para cada implicado cinco años y medio de prisión e inhabilitación para administrar empresas, además de una multa de 1.500 euros. Se contempla una condena alternativa de cuatro años por administración desleal.

Detalles de la Acusación

Según la Fiscalía, durante la dirección de Piterman desde 2004 a 2007, se extrajeron más de 3,1 millones de euros de las arcas del Alavés. Los acusados habrían utilizado fondos del club para costear estancias en un hotel de lujo en Vitoria y viajes personales por valor de más de 49.200 euros, incluyendo vuelos en clase business y alojamiento en hoteles de alto standing.

Además, se les acusa de emitir facturas fraudulentas por un total de 2,3 millones de euros a través de empresas vinculadas a ellos mismos, sin justificación alguna. La Fiscalía también señala el pago de casi 52.000 euros en servicios de seguridad personal prestados en la residencia de Piterman, cargados indebidamente al Alavés.

Los implicados habrían intentado ocultar sus acciones no solo mediante facturas falsas sino también evitando la contabilidad obligatoria y no presentando ni legalizando los libros contables durante tres años. Estas acciones, sostiene la Fiscalía, buscaban encubrir el beneficio ilícito obtenido y distorsionar la situación financiera real del Alavés.

El juicio promete arrojar luz sobre uno de los capítulos más oscuros en la gestión de clubes de fútbol en España, con la comunidad deportiva y la sociedad en general a la espera de un veredicto que podría sentar un precedente en la lucha contra la corrupción en el deporte.