En el vibrante escenario de la decimoquinta jornada del Grupo 2 de Primera División RFEF, el Estadio Municipal Álvarez Claro fue testigo de un capítulo emocionante y a la vez inquietante para el Córdoba CF. Dragisa Gudelj, el intrépido defensa y capitán del equipo, experimentó un desvanecimiento que estremeció a los presentes durante el enfrentamiento contra la UD Melilla.

En el minuto 27 del encuentro, Gudelj, de 26 años y vinculado al Sevilla FC a través de su hermano Nemanja, se desplomó en el terreno de juego. A pesar del impacto inicial, el jugador serbio logró ponerse de pie, aunque visiblemente mareado. La rápida respuesta de sus compañeros y la intervención de los servicios médicos tranquilizaron a todos, y Gudelj abandonó el campo por su propio pie, cediendo su lugar a Carlos García.

La incertidumbre sobre la salud de Gudelj se disipó cuando el entrenador del Córdoba, Iván Ania, informó en rueda de prensa que el defensa se encuentra estable y consciente en el hospital de Melilla, sometiéndose a evaluaciones médicas.

Este episodio evocó el recuerdo del pasado marzo, cuando Gudelj sufrió un desvanecimiento durante un enfrentamiento con el Racing de Ferrol. Desde entonces, lleva consigo un Desfibrilador Automático Independiente (DAI), lo que ha permitido que retome su carrera futbolística con valentía.

Iván Ania compartió su alivio al comunicar que han establecido contacto con Gudelj y que, a pesar del susto, el desenlace parece prometedor. Se espera que el defensor regrese con el equipo en el viaje de regreso a Córdoba.

La experiencia, aunque angustiante, destaca la fortaleza y determinación de Dragisa Gudelj, quien, tras enfrentar la adversidad en marzo, se ha convertido en un símbolo de superación en el fútbol español. Con 1,300 minutos en las quince jornadas como titular, Gudelj sigue siendo un pilar fundamental para el Córdoba CF, y la comunidad futbolística espera con optimismo su pronta recuperación y regreso a la cancha.