El Cayón no pudo pasar del empate en un encuentro jugado con calor veraniego y que, tras una primera mitad cicatera, se convirtió en una vibrante montaña rusa con la amenaza del descenso como telón de fondo. El conjunto aurinegro, que se había adelantado en el marcador con un cabezazo en plancha de Hito, tuvo que rehacerse a la remontada local tras un error de Canales y un gol de Nathaniel en el minuto 90.

No perdió la fe el cuadro de Luis Fernández, que empató cinco minutos después con un testarazo de Pedro que dio un punto, escaso bagaje, a la escuadra cántabra, que tendrá que seguir batallando para salir de la antepenúltima posición que ocupa, a cuatro puntos del playout y a seis de la permanencia, a la espera de lo que suceda en los partidos del domingo. Poco había sucedido de interés en un primer tiempo encorsetado, de muchas precauciones y con pocas alegrías ofensivas.

Alvarito y Resines firmaron las escasas opciones del elenco de Fernández, atrevido en la presión y poco preciso a la hora de buscar el marco local, mientras que Canales desbarató con una buena intervención la mejor ocasión local en un disparo de José Varela. El empate no le valía a ninguno de los dos en su agónica pelea por huir del descenso y la búsqueda de la portería rival, incentivada por unos relevos que dieron más frescura a los equipos, deparó una segunda mitad vibrante, de idas y venidas, alternativas y goles. Como el testarazo en plancha de Hito a la salida de un córner que dio ventaja al cuadro aurinegro superada la hora de juego.

El empuje local, tras un testarazo de Fito al larguero y una buena parada de Canales a chut de Uzal, acabó golpeando al Cayón de manera inesperada. Falló Canales, impecable hasta ese momento, que se complicó la vida en un centro intrascendente de José Varela que desvió hacia su portería y se convirtió en el 1-1.

Pudo marcar cualquiera de los dos equipos el segundo gol en un final volcánico, como Edu Martínez en un libre directo, aunque quien acertó fue Nathaniel, de cabeza, a la salida de un córner servido por Pablo Rey. Pese al mazazo de recibir el gol de la remontada en el minuto 90, los jugadores de Luis Fernández hicieron de tripas corazón y lograron empatar en un impecable cabezazo de Pedro, que remató un centro de Edu Martínez para premiar la fe de un equipo que se ha hecho fuerte en casa y que en A Magdalena rompió su mala dinámica a domicilio después de sufrir tres derrotas seguidas.