En un giro inesperado en el caso de los contratos con Negreira del FC Barcelona, Sabine J.C.P., quien fuera responsable de Compliance del club entre mayo de 2016 y julio de 2019, revela que nunca fue informada sobre los polémicos pagos y desconoce la razón de su ausencia en los registros contables del club.

Según el sumario del proceso al que EFE tuvo acceso, Sabine J.C.P., en su testimonio ante la Guardia Civil, aseguró que de haber tenido conocimiento de los pagos a los Negreira, habría iniciado una investigación por posibles conflictos de interés. La exencargada de Compliance, que dejó el FC Barcelona en 2019 por una mejor oferta profesional, afirmó no haber conocido ni haber visto a José María Enríquez Negreira ni a su hijo Javier Enríquez Romero durante su tiempo en el club.

Sabine destacó que los contratos verbales no son habituales en el FC Barcelona y que, en caso de existir, podrían representar un riesgo significativo debido a la falta de constancia por escrito. Asimismo, subrayó que la responsabilidad de contratar a los Negreira, al tratarse de un asunto deportivo, debería recaer en el área deportiva, bajo la responsabilidad de Albert Soler. Sin embargo, señaló que, dada la magnitud del gasto, la coordinación con el departamento financiero y, en última instancia, con el consejero delegado del club, sería esencial.

La exjefa de Compliance mencionó que durante su tiempo en el FC Barcelona se llevaron a cabo varias auditorías internas, pero nunca se abordaron temas relacionados con los pagos del caso Negreira. Otros miembros del órgano Compliance, Mireia S. y Xavier M., corroboraron en sus declaraciones que no tenían conocimiento de los contratos hasta que fueron publicados en la prensa y que, de haberlo sabido, habrían tomado medidas, incluida la apertura de expedientes o informar a la Junta Directiva.

Estas revelaciones plantean más incertidumbre en torno al caso Negreira, implicando una falta de transparencia en las altas esferas del club. La investigación continúa, mientras la responsabilidad se desplaza hacia la Junta Directiva del FC Barcelona y el presidente Joan Laporta, entre 2003 y 2010, también se menciona como parte de la cadena de supervisión.

Declararciones contradictorias de Iturralde

La investigación sobre los pagos del Fútbol Club Barcelona a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente de los árbitros, ha tomado un giro significativo al revelarse contradicciones en la declaración del árbitro Eduardo Iturralde González. Las discrepancias giran en torno a la presencia del hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, durante los arbitrajes en el Camp Nou.

Según las declaraciones de Iturralde González, inicialmente afirmó que Javier Enríquez Romero nunca le acompañó durante los partidos del Barça como local. Sin embargo, el asistente Jon Núñez, quien colaboró estrechamente con Iturralde, ha señalado que el hijo de Negreira estuvo presente en al menos cinco partidos, contradiciendo la versión inicial del árbitro.

Los agentes de la Guardia Civil indagaron sobre la relación entre Núñez y Javier Enríquez Romero, descubriendo que este último solía llevar al equipo territorial a los estadios de Barcelona en su vehículo Mercedes Benz. Además, Núñez reveló que la valoración del hijo de Negreira entre el colectivo de árbitros era negativa y que había sido visto grabando las concentraciones de los árbitros, formando parte del staff en algunas ocasiones.

La investigación también se enfocó en los servicios profesionales de Javier Enríquez, con preguntas sobre quiénes contrataban sus servicios de coaching. Núñez mencionó a colegiados como Alejandro Hernández Hernández y Medié Jiménez, quienes, según sus conversaciones, pagaban en negro entre 150 y 200 euros por sesión.