En sus declaraciones, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha abordado las protestas en el campo español, afirmando que, si bien no cuestiona su legitimidad, considera que están impulsadas principalmente por intereses empresariales en lugar de ser lideradas por trabajadores asalariados. Destacó que estas movilizaciones son realizadas por los mismos actores que se oponen al aumento del salario mínimo interprofesional (SMI).

Las declaraciones de Sordo en las que señala que "quien se está movilizando no son trabajadores, sino empresarios del campo", han generado controversia y críticas. Algunas personas consideran que estas declaraciones desprecian a los trabajadores del campo, ya sean autónomos o empleados, que realizan labores arduas y difíciles día tras día

Sordo indicó que, si bien algunas demandas de los agricultores pueden ser legítimas, como exigir condiciones equitativas en los acuerdos comerciales internacionales, otras pueden ser menos justificadas, particularmente si se centran en obtener más subvenciones sin mejorar la organización del sector.

En cuanto a la problemática más amplia del campo, Sordo señaló que va más allá de las fronteras nacionales y abogó por encontrar un equilibrio entre la defensa del sector agrícola español y europeo y las normativas medioambientales, laborales y sanitarias, tanto a nivel nacional como internacional. En este sentido, destacó la importancia de exigir que los productos importados cumplan con estándares similares a los producidos localmente para evitar competencia desleal.

Respecto a la dificultad de encontrar trabajadores españoles en el sector agrícola, Sordo sugirió que las diferencias salariales y laborales con otros países, como Francia, podrían ser un factor determinante. Señaló que muchos españoles viajan a trabajar a la vendimia en Francia debido a estas diferencias de condiciones laborales y salariales.