En un discurso  durante su participación en la Convención Política del PSOE gallego, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, abordó diversos aspectos de la actualidad política nacional e internacional. Acompañado por el candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, Sánchez centró su intervención en la preocupante polarización política en el panorama nacional, señalando manifestaciones en Ferraz y ataques a casas del PSOE como manifestaciones preocupantes de esta tendencia.

En su exposición, Sánchez denunció la creciente polarización en el ámbito político, describiéndola como asimétrica y advirtiendo sobre el tono agresivo que ha caracterizado recientes manifestaciones y protestas. El líder socialista no escatimó críticas hacia la oposición, a la que acusó de no estar en el mismo plano político y de promover un clima de hostilidad que va en detrimento de la necesaria serenidad para abordar los desafíos del país.

En un pasaje específico de su discurso, Sánchez hizo referencia a incidentes concretos protagonizados por figuras destacadas de la oposición. Mencionó que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, le había calificado de "enfermo mental", aunque cabe destacar que el propio Feijóo había utilizado la expresión "tic patológico" para referirse al presidente. Asimismo, Sánchez señaló las controvertidas declaraciones del líder de Vox, quien había sugerido que "le tienen que colgar los pies". Estos episodios, según el presidente, reflejan el estado actual de la oposición en España, generando preocupación por la calidad del debate político.

En el ámbito constitucional, Sánchez arremetió contra el Partido Popular (PP), señalándolo como el único partido que no cumple la Constitución, especialmente en referencia al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El presidente del Gobierno subrayó la importancia de respetar los resultados electorales como punto de partida para cualquier diálogo político y abogó por la necesidad de un tono más constructivo en la política nacional.

En el terreno internacional, Sánchez destacó con orgullo los avances logrados durante la presidencia española europea. En particular, resaltó la apertura de negociaciones entre Ucrania y la Unión Europea, calificando este hito como una "casualidad histórica gratificante". Asimismo, abordó el conflicto palestino-israelí, expresando la necesidad de buscar la paz y la coexistencia pacífica entre ambas partes. En este contexto, acusó a la derecha de "cinismo" por lo que considera una falta de humanidad hacia los ciudadanos de la Franja de Gaza.

En última instancia, el presidente del Gobierno hizo un llamado a la reflexión y a la superación de la confrontación constante en la política nacional. Argumentó que la política debe basarse en el acuerdo y no en el "berrinche permanente". Dirigiéndose directamente a Feijóo, le pidió que promoviera más acuerdos y menos insultos en el escenario político, destacando que en los últimos 20 días se han registrado hasta 100 manifestaciones en su contra.