En un inusual discurso de investidura, Pedro Sánchez ha centrado sus críticas en el Partido Popular (PP) y Vox, acusándolos de incitar a la violencia callejera por no aceptar los resultados electorales del 23 de julio. El candidato apenas ha detallado su proyecto político para los próximos cuatro años, prefiriendo responsabilizar a la derecha por lo que él considera una amenaza a la democracia.

El líder del PSOE ha dirigido sus reproches directamente a Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición, acusándolo de respaldar a Vox y permitir que esta formación tenga presencia en cinco gobiernos autonómicos. Según Sánchez, el PP se ha dejado influenciar por las ideas reaccionarias de Vox, advirtiendo sobre el riesgo de normalizar a la ultraderecha y su consecuente aumento de agresividad.

Sánchez se ha autodenominado como el «muro» contra la unión de PP y Vox, describiendo esta coalición como una amenaza reaccionaria que pretende relegar a las mujeres a las cocinas, a los LGTBI a los armarios y a los migrantes a campos de refugiados.

Ha afirmado que este dilema confronta a toda Europa, sosteniendo que la democracia debe proporcionar seguridad o enfrentarse a su propia destrucción por la inseguridad.

La amnistía. En un giro inesperado hacia el final de su extenso discurso, el presidente en funciones ha abordado la cuestión de la amnistía, asegurando que esta propuesta es legal y acorde con la Constitución, comparándola con medidas similares en otros países europeos como Alemania.

Ha justificado la concesión de una amnistía a los involucrados en el proceso independentista en Cataluña, asegurando que «las circunstancias son las que son». En su intervención reiteró que «las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud». Además ha subrayado que toma esta medida por «interés general», en primer lugar para «consolidar los avances» logrados en los últimos cuatro años y para «seguir avanzando por la senda de la convivencia y del progreso», según ha expresado.

De su intervención de casi dos hola, solo dedicó 20 minutos a hablar de la amnistía, una ley que perdona los delitos a los independentistas y separatistas catalanes vinculados al procès.  Finalmente, Sánchez ha anunciado que la amnistía será debatida de manera transparente y democrática en el parlamento, desafiando a aquellos que la critican a demostrar fortaleza constitucional. Ha destacado que la amnistía beneficiará tanto a líderes políticos cuyas ideas no comparte como a personas que sufrieron las consecuencias de la crisis política.

Achaca las responsabilidades a los otros. Nuevamente, ha culpado al arco parlamentario de la derecha por no aceptar el resultado electoral como el verdadero problema, haciendo un llamamiento a Feijóo para que asuma su responsabilidad.

En un tono de reproche, Sánchez ha solicitado al PP responsabilidad y coherencia, instándolos a no seguir la deriva «trumpista» de Vox. Ha recordado acciones pasadas del PP, como el boicot a productos catalanes y la concesión masiva de indultos cuando estaban en el Gobierno, llamándolos a ser coherentes en  sus críticas a la izquierda. Finalmente, Sánchez ha anunciado que la amnistía será debatida de manera transparente y democrática en el parlamento, desafiando a aquellos que la critican a demostrar fortaleza constitucional. Ha destacado que la amnistía beneficiará tanto a líderes políticos cuyas ideas no comparte como a personas que sufrieron las consecuencias de la crisis política.

CALUMNIAS. El candidato a la investidura, Pedro Sánchez, hizo referencia este miércoles a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el Congreso de los Diputados, acusándola de un presunto caso de corrupción. Dicha imputación generó una reacción de la jefa del Gobierno madrileño, quien, desde la zona de invitados, murmuró entre dientes un exabrupto que fue captado por las cámaras y se difundió en redes sociales. La insistencia del líder del PSOE en mencionar a Isabel Díaz Ayuso durante su discurso de investidura resalta su interés en vincularla a un caso de corrupción previamente desestimado por las instancias judiciales y que tuvo implicaciones en la dirección del PP nacional.

La respuesta de la presidenta, expresada en forma de murmullo apenas audible pero captado por las cámaras del Congreso, ha amplificado la controversia en las plataformas digitales. Es importante destacar que el caso mencionado por Sánchez ha sido objeto de un proceso judicial que concluyó con su desestimación y la consecuente caída de Pablo Casado de la dirección del PP.

El equipo de Isabel Díaz Ayuso ha señalado, sobre el insulto que la presidenta madrileña ha dirigido a Pedro Sánchez desde la tribuna de invitados del Congreso, que lo ha dicho «para sí misma» pero que en todo caso es «lo mínimo que se merece» después de hacer una «acusación de corrupción sin pruebas».

LOS PACTOS DE LA VERGÜENZA

En un discurso firme durante la sesión de investidura del presidente en funciones, Pedro Sánchez, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, arremetió con dureza contra los acuerdos alcanzados por el candidato socialista con fuerzas políticas como Puigdemont, ERC y Bildu. 

Feijóo, en un tono sin concesiones y sin recurrir a calificativos, interpeló directamente a Sánchez sobre el pacto supuestamente oculto con Bildu, expresando sus dudas sobre la transparencia de dichos acuerdos al afirmar: «Cree que somos tan ingenuos que pensamos que el pacto con Bildu es a cambio de nada ¿Cuál es el pacto encapuchado con el señor Otegi además de intercambiarse el gobierno foral y los ayuntamientos navarros?».

Desde el inicio de su intervención, el dirigente popular catalogó el discurso de Sánchez como un «delirio» y no escatimó en señalar que «tomar decisiones a cambio de beneficios personales es corrupción política». 

En su análisis, Feijóo apuntó a la supuesta carencia de una mayoría real detrás de la investidura, acusando a Sánchez de evitar la convocatoria de nuevas elecciones para impedir la expresión democrática de los ciudadanos. 

El líder del PP advirtió: «Debemos encender todas las alarmas democráticas y de él se puede esperar cualquier cosa, es capaz de todo. La investidura ya se ha producido, lejos de esta Cámara, fuera de España, una anormalidad democrática, sin dar la cara, a escondidas.»

Feijóo, ha clamado contra la «corrupción política» que ve en la investidura de Pedro Sánchez a quien le ha dicho que es «falso» que tenga detrás una mayoría porque «lo que se trae hoy a la Cámara no se votó en las urnas».

Feijóo ha señalado que la investidura «nace de un fraude», en alusión a la ley de amnistía, y ha asegurado que Sánchez ya ha llegado investido al Congreso porque lo fue «sin dar la cara» y «a escondidas» fuera de España.

«Llega investido a esta Cámara desde Waterloo», ha dicho sobre el pacto del PSOE con Carles Puigdemont. Y le dijo a Sánchez que «la historia no le amnistiará». 

Lo que dijeron las urnas. Feijóo, con un énfasis notable, insistió en la falta de legitimidad de la investidura, sosteniendo que lo que se debate en el Congreso no fue respaldado por los ciudadanos en las urnas. Además, cuestionó la ética democrática de Sánchez al acusarlo de insultar a millones de españoles que, según el líder del PP, rechazan la venta de sus derechos por una investidura. 

En un tono desafiante, Feijóo preguntó: «¿Cree que va a convencer a alguien de que son menos demócratas los españoles que han salido a la calle el domingo que quienes practican el terrorismo urbano durante el procés?»

En un intento de respaldar sus argumentos, Feijóo puso a disposición de Sánchez un dossier que, según él, desmitifica la imagen de los opositores como «ultras peligrosos». 

Además, el presidente del PP afirmó categóricamente que «la amnistía no mejora la convivencia. Si fuera así ¿por qué no se les ocurrió antes? La amnistía no mejora la convivencia, la destruye.»

Entre sus advertencias más incisivas, Feijóo destacó que «la soberanía nacional no necesita mediadores internacionales» y expresó su rechazo a la idea de que España sea considerada un Estado opresor. 

Asimismo, señaló directamente a Sánchez como el problema, acusándolo de falta de palabra, ausencia de restricciones morales y patológica ambición.  Feijóo concluyó su intervención vaticinando que el legado de Sánchez será la división de España y aseguró que la historia no le amnistiará.

La mofa de Sánchez. El presidente del PP asumió una significativa responsabilidad al expresar la postura de cientos de miles de ciudadanos que se manifestaron en contra de la amnistía el pasado domingo. El líder del PP acusó abiertamente a Sánchez de corrupción política al tomar decisiones en contra del interés general a cambio de beneficios personales.  

Aunque Sánchez apenas pestañeó ante estas acusaciones, Feijóo vaticinó: «A usted la historia no le amnistiará». El presidente del PP exhibió un dossier con entidades y colectivos en contra de la impunidad para los líderes del referéndum ilegal, sosteniendo que «No tiene ningún derecho a humillarnos».

Feijóo criticó la falta de pudor de Sánchez y aseguró que este último no tiene el derecho de humillar al pueblo español. 

En su intervención, afirmó: «Cuando a usted le supere la legislatura no me busque». Sánchez respondió acusando a las derechas de no reconocer la legitimidad de su Gobierno y sugiriendo que Feijóo rectificara para evitar la derrota en 2027.

En el turno de réplica, Sánchez se mofó de Feijóo por defender la «teoría» de que no es presidente debido a no ceder a las exigencias de Puigdemont. Feijóo respondió con firmeza: «Usted no es presidente porque no se lo permite Vox. Usted es un falso moderado abrazado. Usted es un falso ganador y un real perdedor».

Sánchez se río a carcajadas de su «chiste» mofándose del ‘popular’, generando el desagrado de muchos de los presentes y de quienes seguían la investidura. 

La confrontación continuó con Feijóo rechazando las acusaciones de Sánchez y reiterando que la investidura culminará con un procedimiento constitucional y una mayoría legítima. 

Aunque auguró que sus palabras no cambiarán la postura de Sánchez, afirmó: «Lo diré cuantas veces sea necesario, aunque usted seguirá diciendo que no lo he hecho».

Feijóo también ja provocado reacciones de sonrisas en Ione Belarra e Irene Montero durante el debate de investidura de Pedro Sánchez, en un futuro Gobierno en el que Podemos quedará excluido. 

El dirigente gallego replicó al candidato de la investidura, señalando la falta de coherencia del Ejecutivo al expulsar a la ministra de Igualdad, a pesar de proclamarse como el «Gobierno más feminista de la historia».